Sin acuerdo. O más de lo mismo. Representantes de la Agrupación de Bandas de Música Procesional de Málaga se reunieron ayer con el alcalde, Francisco de la Torre, para volver a trasladarle las enormes dificultades que estas formaciones están teniendo para llevar a cabo sus ensayos desde la entrada en vigor de la nueva ordenanza de ruidos, y que ha provocado que los músicos vayan a manifestarse por las calles del Centro el próximo 27 de noviembre. Sin embargo, el Ayuntamiento mantiene su postura y sólo ofrece a las bandas la misma solución que hace un año: los antiguos barracones de Económicas, en El Ejido. Pero todavía no se ha hecho nada para acondicionarlos e insonorizarlos, para su nueva función musical.

En la reunión de ayer también estuvieron presentes la concejala de Medio Ambiente, Araceli González, el de Urbanismo, Manuel Díaz o el delegado de Cultura, Miguel Briones. Los músicos ponen de manifiesto que ni siquiera existe acuerdo entre los distintos ediles con posibles competencias en esta materia. Daniel Zumaquero, presidente de la Agrupación, insiste en que el principal caballo de batalla es la dignificación del músico procesional en todas sus vertientes, defendiendo y apoyando la actividad musical que desarrollan las bandas de la ciudad. «No hacemos ruido. No se nos puede comparar con el botellón. Nosotros hacemos cultura y mantenemos una tradición», explicó ayer a este periódico, al término de un encuentro que calificó de «tenso».

El problema está enquistado y tiene difícil solución, según reconoce Zumaquero. «Ahora no es que estemos igual que hace un año, sino peor», insiste. «Muchas promesas, pero nada se concreta», asegura. Mientras, la mayoría de las bandas han tenido que alquilar naves para realizar sus ensayos, y muchos de los músicos están teniendo ya problemas de audición, ya que son espacios que no reúnen las condiciones adecuadas para absorber el sonido. Además de las dificultades económicas que tienen para hacer frente a los alquileres, ya que todas están constituidas como asociaciones musicales (independientemente de que pertenezcan a una cofradía), pero no reciben ningún tipo de subvención.

Los músicos tienen claro que la ordenanza municipal de ruidos podría adaptarse, como se ha hecho en el Ayuntamiento de Sevilla, para salvaguardar la actividad de las bandas, y permitir los ensayos callejeros, como se ha hecho desde siempre, al menos hasta las diez de la noche. Pero lamentan la «desidia del equipo de gobierno».

«Las bandas somos apolíticas por definición», destaca Zumaquero, que no obstante valora el interés mostrado por María Gámez, candidata a la alcaldía por el PSOE, que incluso ha acudido ya a varios ensayos de algunas de estas formaciones.

Las bandas celebrarán una manifestación sonora el sábado 27 de noviembre. La cita será a las 18.00 horas en la puerta del Ayuntamiento, siguiendo el siguiente itinerario: Paseo del Parque, Alcazabilla, plaza de la Merced, Álamos, Casapalma, Granada, plaza de la Constitución, Larios y plaza de la Marina.