El IES Nuestra Señora de la Victoria, más conocido como Instituto de Martiricos, en la capital, fue escenario en la mañana del pasado viernes de un nuevo episodio de violencia escolar. En esta ocasión, la víctima que sufrió los peores daños fue uno de los ordenanzas del centro, aunque no fue la única. Según ha podido saber este periódico, la madre de un alumno, que había sido expulsado, propinó un puñetazo a un bedel centro, provocándole daños en la boca. Además, profirió insultos y amenazas al secretario del instituto.

En ambos casos, la presunta agresora ha sido denunciada y el caso ya se encuentra en los juzgados, según informó el delegado de Educación en Málaga, Antonio Escámez, que confirmó este nuevo caso y explicó que el alumno, matriculado en Educación Secundaria Obligatoria, mostró una «conducta contraria a las normas de covinvencia del centro», por lo que fue expulsado por un periodo de 29 días.

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«Cuando la dirección del centro informó a la familia de esta circunstancia, en lo que denominamos trámite de comparecencia, y que es obligatorio antes de proceder a una expulsión, la madre del escolar se personó de forma violenta acompañada de otro adulto», añadió el delegado de Educación, que se encuentra a la espera de recibir el informe pertinente que están elaborando los técnicos del servicio de Inspección Educativa de la Junta en Málaga, para conocer tanto los motivos de la expulsión del alumno como las causas de la presunta agresión de esta madre.

Escámez añadió que en la denuncia presentada por el bedel se adjunta un parte de lesiones. «El ordenanza recibió un fuerte golpe en la cara, que le provocó daños dentro de la boca, ya que tiene una prótesis dental», dijo. El secretario del centro, víctima de insultos y amenazas, también ha presentado su correspondiente denuncia.

El delegado de Educación informó de que la Consejería va a prestar asistencia jurídica gratuita tanto al conserje como al secretario, a la vez que condenó estos hechos. «Los conflictos entre las personas existen en cualquier orden de la vida, pero ya que existen, hay que aprender a resolverlos de forma pacífica», precisó.

Escámez recordó que las agresiones a los profesores pueden ser ya consideradas como delitos a la autoridad pública y que, por tanto, pueden acarrear penas de cárcel. El caso de un conserje, que forma parte de la plantilla de administración y servicios, «ya depende del criterio judicial», indicó.

En el centro se limitaron ayer a confirmar la agresión, pero no quisieron añadir nada más. Hoy se va a celebrar una reunión extraordinaria del consejo escolar y, presumiblemente, emitirán un comunicado en el que condenarán lo sucedido.