El tímido repunte que protagonizó la firma de hipotecas en Málaga a lo largo de varios meses del año parece ir diluyéndose, sin que el fin de la desgravación por compra de vivienda a partir del 1 de enero de 2011 parezca propiciar un adelanto de las decisiones de adquirir casa. El último dato mensual de nuevas hipotecas constituidas en Málaga, correspondiente a octubre, es bastante claro. Los 1.432 préstamos cerrados ese mes por importe de 174,4 millones de euros, además de suponer una caída del 25% en relación al mismo dato del pasado año, son además la peor cifra de hipotecas mensuales registrada en la provincia desde hace casi doce años, concretamente desde las 1.024 de diciembre de 1998, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

De esta forma, el año 2010 acumula entre enero y octubre en Málaga un total de 20.038 hipotecas firmadas por un importe global de 2.428,5 millones de euros, cifras entre un 4% y un 8% inferiores a las del mismo periodo de 2009. La hipoteca media que se ha concedido en la provincia por parte de los bancos y las cajas de ahorro es de casi 122.000 euros, dato que en este caso sólo mejora mínimamente en menos de un 1% el importe que se manejaba el pasado año. Eso sí, la cifra está alejadísima de los 166.000 euros de media que se financiaban en el año 2007 en Málaga, justo en la cúspide del boom inmobiliario.

Y es que la crisis ha provocado que sector financiero se haya olvidado definitivamente de las alegrías y temeridades de años anteriores, cuando financiaba recurriendo a diversos subterfugios el 100% del precio de la vivienda y ahora el cliente comprador puede darse con un canto en los dientes si la hipoteca alcanza el 80% del valor de mercado del piso. Claro que hay excepciones, como vienen denunciando en los últimos meses los constructores, promotores y agentes de la propiedad inmobiliaria: los bancos si siguen concediendo esas hipotecas en condiciones ventajosas para los pisos embargados de su propiedad a los que intentan dar desesperadamente salida en el mercado. Sin embargo, se muestran mucho más estrictos con las exigencias al cliente si la hipoteca es para comprar un piso de un promotor privado.

Un mercado que cae un 70%

En cualquier caso, y sin negar el trato de favor de las entidades financieras a conceder las hipotecas para sus propios productos inmobiliarios, hay una realidad incuestionable que explica el bajón del mercado hipotecario, tal y como han recordado alguna vez fuentes del sector: la solvencia de los clientes que acuden en busca de una hipoteca se ha deteriorado sensiblemente por la pérdida del empleo o la incertidumbre sobre el mismo. El banco que antes concedía la hipoteca a cualquier persona con ingresos medianamente estables, ahora se asegura al máximo de la continuidad de esas nóminas (a la pareja se le piden dos, claro), exigiendo de forma suplementaria avales de familiares antes de dar la hipoteca.

La consecuencia de todo esto es que el pastel hipotecario que se movía en Málaga durante los años 2006 y 2007 se ha reducido dramáticamente. Si entonces se firmaron de 55.000 a 60.000 hipotecas anuales y los bancos concedieron más de 9.000 millones de euros para financiarlas en cada ejercicio, la realidad de 2010 representa una caída del 70% o, lo que es lo mismo, reducir el mercado a una tercera parte. El año cerrará así con unos 22.000 préstamos hipotecarios por importe de menos de 3.000 millones de euros.

En España, el número de hipotecas bajó en octubre, por sexta vez consecutiva, un 24,3% respecto al mismo mes del año anterior, en tanto que su importe medio fue de 111.368 euros, un 2,7% más bajo que el año pasado. El valor de las hipotecas superó los 7.081 millones de euros en octubre, lo que supone una disminución interanual del 30,3%.