Málaga se reencontró ayer con la voracidad de los temporales a través de un nuevo episodio de lluvia y viento que, si bien resultó más moderado que los precedentes, dejó más de cuarenta litros en algunos puntos de la provincia y provocó diversos incidentes, algunos de ellos espectaculares, aunque, por fortuna, sin daños relevantes. La entrada de un frente de aire, cristalizado a la postre en rachas de hasta setenta kilómetros por hora, dificultó el tráfico marítimo y trabó el recorrido del carguero británico K Wave, que fue arrastrado hasta las playas de Vélez-Málaga, donde, a la hora de cierre de esta edición, permanecía varado.

Los fenómenos aparejados al temporal obligaron a mantener la alerta amarilla por viento y precipitaciones. Éstas últimas se repartieron por casi todo la provincia, con picos cercanos a la acumulación de sesenta litros en doce horas y de quince en apenas sesenta minutos. Cerca de la medianoche, el lector de Estepona marcaba la caída de 45,2, mientras que Marbella (34,9), Jubrique (33,5), Antequera (24,3) también computaban niveles altos. En la capital, la lluvia se intensificó en la última parte de la jornada, con un recuento superior a los 13 litros.

El mal tiempo derivó en la formación de balsas en muchos puntos de la Costa del Sol, que se vieron acompañadas de percances en Marbella, donde una cornisa se desprendió de la avenida Ricardo Soriano y varios vehículos se vieron envueltos en un accidente sin víctimas producido cerca del hotel Don Miguel. En Ronda, por su parte, los bomberos tuvieron que intervenir para achicar agua de una nave de antigüedades ubicada en el polígono El Fuerte.

No obstante, todos estos sucesos quedaron solapados por el destino del buque, que encalló en la playa Madrid, del núcleo de Almayate, con trece tripulantes a bordo y una carga de 274 contenedores. La embarcación, que cumplía la ruta entre Algeciras y Valencia, se encontraba a las 23.35 horas a la altura de Rincón de la Victoria cuando un fallo en el sistema de propulsión le impidió seguir el rumbo. El fuerte oleaje arrastró al buque al litoral, quedándose encallado a más de cien metros de tierra. La nave avisó de la incidencia a las 4.07 horas, por lo que navegó casi 120 minutos a merced del temporal.

Mercancía peligrosa

Según fuentes de la Subdelegación del Gobierno de Málaga, el envite no dañó la estructura de la embarcación y tampoco su cargamento, en el que figuraban cinco contenedores con la denominación de mercancía peligrosa, debida al movimiento de productos de especial consideración, en concreto, pintura, cloro y carbón en polvo. Además, claro está, del combustible empleado por el buque para su propio engranaje.

Salvamento Marítimo acudió al rescate con el helicóptero Hellmer 207 y las embarcaciones Salvamar El Punal y Sar Mastelero, así como con un equipo de efectivos compuesto, entre otros, por buzos de las bases de Sevilla y Cartagena.

Los técnicos de la Capitanía Marítima, por su parte, solicitaron el plan de reflotamiento a su armador, que contará con el auxilio del remolcador Clara Campoamor, cuya llegada a Málaga estaba prevista de madrugada. Como medida provisional, se puso en liza al Ursus, que logró estabilizar la máquina. A última hora de la tarde, la embarcación continuaba encallada, aunque, eso sí, estable y sin peligro. Se trata de un buque de 133 metros de eslora,19 de manga y 7,8 de profundidad, que había partido de Algeciras a las 18.49 horas, según puntualizaron fuentes de la Autoridad Portuaria.

Las tareas de evacuación quizá se vean dificultadas hoy por la concurrencia de fuertes vientos. La Agencia Estatal de Meteorología prolongará el nivel de alerta amarilla hasta la medianoche. El oleaje podría llegar hasta los 2,5 metros.

Lluvias en Ronda

Será el único fenómeno extremo previsto para la jornada, a excepción de la alarma elemental por lluvias en Ronda, que se llevará la peor parte de los últimos coletazos del temporal. Fuentes del organismo señalaron ayer que las precipitaciones irán remitiendo en las próximas horas dejando paso a un clima más estable y acorde con la estadística.

El pronóstico se muestra más amable para el fin de semana, en el que se aventura una buena noticia, la subida de las temperaturas, que será bastante acusada en el caso de las máximas. Los termómetros pasarán de moverse en una horquilla rigurosamente invernal como la de ayer, que osciló entre 5 y 17 grados para recuperar la excepcionalidad de la provincia, con puntas de veinte grados y mínimas superiores a los 8.

A pesar de las adversidades marítimas, el temporal, que, esta vez no la emprendió con la arena de las playas, dado el régimen de vientos, dejó también síntomas de prosperidad en las reservas de agua de la provincia, que vuelven a coquetear con el máximo. Los pantanos ya han ganado cuatro hectómetros en lo que lleva transcurrido de semana, según la relación de la Delegación Provincial de Medio Ambiente. Sin ir más lejos, las lluvias los sitúan al 91,7 por ciento de su capacidad, un guarismo que permite afrontar el verano con garantías y en territorios muy alejados de la sequía que recibió el inicio de la década.