José Romero Castillo, exmarido de Susana Galeote y su supuesto verdugo, fue condenado el 9 de julio de 2010 a 14 meses de prisión y a 32 de alejamiento por dos delitos de amenazas y uno de malos tratos. Según consta en la sentencia, a la que tuvo acceso La Opinión de Málaga, el arrestado envió un correo electrónico amenazante a su expareja y realizó una llamada a la madre de ésta en un tono similar. En ambas ocasiones anunció claramente sus fatales intenciones. Entre otras cosas, le dijo lo siguiente a la madre de la fenecida: «Ya lo tengo todo perdido, yo iré a Alhaurín (de la Torre, donde está la cárcel) pero a ella me la llevo por delante».

La condena le fue sustituida y se le impuso la obligación de acudir a un curso de igualdad, como ocurre con quienes son sentenciados a un castigo inferior a los dos años de prisión y no tienen antecedentes penales. Curiosamente, José Romero aceptó haber enviado el correo electrónico y también admitió que empujó a la mujer con la que acabó salvajemente el martes, dándole varios hachazos en la barriada de El Palo.

Según consta en el apartado de hechos probados de la sentencia, el acusado se separó de Susana Galeote en abril de 2010. El día 6 de junio, José Romero Castillo llamó a su exsuegra, y la amenazó diciéndole: «Tu hija va a tirar el dinero, no va a ser para la niña, ya lo tengo todo perdido, yo iré a Alhaurín, pero a ella me la llevo por delante».

No contento con ello, en la tarde de la misma jornada le remitió un correo electrónico a su exesposa en cuya redacción aplicó el mismo tono amenazante que en la llamada telefónica: «Por qué tengo que aguantar que después de burlarte de mí durante años, te lleves a mi hija, y me robes con toda la cara del mundo, en mala hora dejé que se fuese mi mujer, que me quería de verdad, para acabar con una mujerzuela egoísta, vaga, chula y puta como tú».

«Puedes guardar el email»

Acto seguido, el arrestado, que está a la espera de pasar a disposición de la autoridad judicial, le indicó: «Puedes guardar este email para acusarme de lo que quieras, pero que lo tengas claro, no sigas jugando conmigo, que la próxima vez no vas a escapar de una pieza, que yo sé mi futuro está en Alhaurín, y el tuyo junto a tu querido V., que te vigile mientras te pudres».

El 18 de abril de 2010, según hizo constar la magistrada en la misma sentencia, el encausado, antes de que se consumara la separación, «agarró a Susana María Galeote por el cuello de la camisa y la empujó», aunque no le causó lesiones.

Al mismo tiempo, el acusado le decía a la mujer: «Tú qué te crees, ¿que te vas a llevar a mi hija y yo me voy a quedar como si nada, pagándote la manutención mientras tú te tiras a otro?».

El procesado mostró su conformidad con el ministerio fiscal, que pedía para él un castigo mayor al finalmente impuesto: el hecho de que reconociera ser el autor de las amenazas le supuso una considerable rebaja de la pena: de los 21 a los 14 meses de privación de libertad, y de los cuatro años de alejamiento a los 32 meses que finalmente se le impusieron.

Fuentes judiciales llamaron la atención sobre el hecho de que el alejamiento -no podía acercarse a menos de medio kilómetro de ella- estaba en vigor, pero no se cumplió, por lo que, entre otras cosas, pudo fallar el protocolo policial de protección.