La situación geográfica de Málaga ha hecho que la provincia sea testigo a lo largo de la historia de numerosos movimientos sísmicos, algunos de los cuales dejaron graves daños personales y materiales.

Según refleja la web del Instituto Andaluz de Geofísica, se tiene constancia de un terremoto el 26 de enero de 1494 en el sur de Málaga y otro el 18 de junio de 1581 de fuerte intensidad. El 9 de octubre de 1680 un seísmo que alcanzó una magnitud de 6,8 provocó centenares de muertos en Alhaurín el Grande, Alozaina, Coín, Cártama, Mijas o Pizarra y se dejó sentir incluso en puntos de Castilla.

El 25 de diciembre de 1884 un terremoto con epicentro en Arenas del Rey (Granada) de 6,5 grados afectó a la Axarquía interior más oriental.