Al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, se le atraganta el final del mandato. El edil no logra cerrar una polémica cuando se abre otro frente mayor aún. El regidor no quiso ayer despejar la incógnita acerca del futuro de la concejal Teresa Porras y dijo que no hablará de los componentes que irán en su lista electoral hasta primeros de abril.

Sin embargo, De la Torre por el momento respalda a la edil públicamente. «Tengo un magnífico concepto sobre Teresa Porras», declaró. El caso es que la polémica suscitada en torno a la edil es un auténtico varapalo para el regidor, ya que ya ha dimitido uno de sus concejales, Manuel Marmolejo, por un conflicto relativo también a la adjudicación de contratos y, otro edil, Manuel Díaz, y uno de los principales espadas y hombre de confianza de De la Torre, se ha visto inmerso en otra polémica que le ha costado la continuidad en la lista.

El alcalde dijo ayer que su equipo de gobierno no mira a la hora de adjudicar contratos el carné de militancia, sino que se otorgan en función de las ofertas y los resultados. Para De la Torre todo se trata de una «campaña para ensuciar un trabajo limpio y honesto», en relación a la labor de Teresa Porras.