Apenas unos días después de la apertura al público del Palmeral de las Sorpresas, el puerto de Málaga se prepara para la puesta de largo de nuevas infraestructuras destinadas a reforzar una de las actividades más alentadoras para la economía de la provincia, el turismo de cruceros. La ampliación de la estación marítima, que permitirá duplicar la capacidad actual de acogida de las instalaciones, se inaugurará el próximo 14 de mayo, a lo que se unirá una zona de atraque para pasajes de lujo prevista en el Muelle 2, que, según la Autoridad Portuaria, podría estar en funcionamiento a finales de año.

Segundo puerto de cruceros en España

Se trata de dos proyectos encaminados a afianzar a Málaga como el segundo puerto de cruceros del país, algo que era impensable hace apenas cuatro años. Las dependencias anejas de la estación prometen una comodidad de servicio y una tecnología únicamente precedida en el arco del mediterráneo por Barcelona. Según Susana Gutiérrez, gerente de Málaga Cruceros, empresa encargada de la explotación, las nuevas instalaciones enfatizarán las cualidades de la ciudad como puerto base, esto es, de acogida de salidas y llegadas de cruceros. La ampliación aportará un nuevo atraque, que se consagrará íntegramente a este tipo de pasajes, mientras que el resto se reservará para las escalas ordinarias. Esto implica, de acuerdo con Gutiérrez, una adaptación de las infraestructuras, que en la zona dedicada a los pasajes de llegada y salida incorporarán nuevos servicios para mejorar el tratamiento de los equipajes. «Con la ampliación se podrá recibir holgadamente hasta cuatro cruceros al mismo tiempo», puntualizó.

El interés por consolidarse como puerto base no es ningún capricho. Este año, 230.000 pasajeros de los 700.000 que arribarán a Málaga lo harán para embarcarse y finalizar sus vacaciones, lo que representa un tercio del total. La idea es que la proporción aumente hasta situarse cerca de la mitad. Sin duda, una misión excelente para la ciudad, dado el gasto medio de este tipo de turistas, que duplican, e, incluso, triplican, los más de 50 euros que se le atribuyen por día al pasajero de la escala común.

Esa misma estrategia y búsqueda de la calidad se infiere también de la infraestructura fijada en el Muelle 2, una estación especializada en cruceros de lujo, cuyo edificio está a punto de cederse al puerto para su explotación.

Según detalló el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Linde, una vez finalizado el inmueble, resta convocar el concurso y construir la pasarela que comunicará con los barcos, que correrá a cargo de la adjudicataria.

Los plazos, en este caso, también son ilusionantes. De acuerdo con Linde, las instalaciones podrían estar operativas a finales de año, lo que comportaría una nueva oferta para un recinto enrolado en un proceso de mejora continua.