El recorte presupuestario destinado a la financiación de las exposiciones temporales previstas en el Museo Thyssen de Málaga fue uno de los detonantes de la dimisión del principal patrono de la fundación que gestiona la pinacoteca, Tomas Llorens, y de la directora, María López.

Esta decisión adoptada por el gerente, Javier Ferrer, colisionó con los criterios manejados hasta entonces por el asesor del museo y por la directora.

En la programación de actividades para este año, aprobada en diciembre pasado, se planificaron dos exposiciones temporales, «De Picasso a Tápies» y «Sorolla en Andalucía». Se compondrían de fondos propios de la baronesa Carmen Thyssen y se habló de buscar colaboración con grandes instituciones internacionales para completar las muestras. Fuentes próximas al museo cifran en 600.000 euros el coste barajado para sostener las exposiciones temporales de este año, una cifra que Ferrer rechazó y que ha sido rebajada considerablemente. Para reducir este gasto se contará exclusivamente con fondos pictóricos de la baronesa y no se recurrirá a museos o colecciones ajenas, «que disparan el coste». A cambio del reajuste económico se limita indirectamente uno de los objetivos iniciales de los asesores del museo, que era el de darle proyección internacional a través de la colaboración externa. Con este condicionante, «De Picasso a Tàpies» se pospone hasta junio y la de Sorolla pasa a octubre.

El pulso entre el gerente y el principal patrono de la Fundación ha desatado una tormenta de críticas y especulaciones sobre la gestión de un museo que no lleva abierto ni tres semanas y que tuvo su primera fractura ante la opinión pública con la denuncia de posibles irregularidades en la contratación de personal, difundida a través de Izquierda Unida y efectuada por el exdirector financiero de la pinacoteca, Antonio Delgado. Fue en febrero pasado y el Ayuntamiento descalificó al denunciante probando que había mentido en su currículum. Sin embargo, el portavoz de IU, Pedro Moreno Brenes, solicitó oficialmente la documentación pertinente sobre los procesos de selección de personal y contrataciones de servicios, aunque todavía no le ha sido remitida.

Las tensiones internas

Poco después de esta denuncia, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, decide proponer a Javier Ferrer, hasta entonces coordinador general del Ayuntamiento, como gerente del museo para controlar su funcionamiento. El hecho es que esta decisión tensiona las relaciones con la directora, María López, y con el asesor Tomás Llorens, antiguo conservador jefe del Museo Thyssen de Madrid, fundador y ahora director honorario del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) y uno de los referentes del mundo del arte en España. Precisamente, el enfrentamiento con Ferrer se agudiza cuando éste decide prolongar el periodo de pruebas en el contrato del jefe de promoción del museo malagueño, José Ignacio Garín, hijo de Felipe Garín, vocal, igual que Llorens, del consejo rector del IVAM. El viernes pasado, José Garín comunica su negativa y se le rescinde el contrato por incumplimiento. Esto precipita la renuncia del principal asesor en el diseño de la pinacoteca de Málaga y la de la directora. Hacen pública su dimisión el lunes pasado con una carta en la que denuncian injerencias políticas en su trabajo artístico.

Las fuentes consultadas por este periódico explican que la imposición de Ferrer como gerente respondió a la pretensión del Ayuntamiento de recuperar el control del museo, «que Llorens quería ejercer a su antojo» y evitar que se organizara la pinacoteca «desde Valencia».

Respecto a las supuestas irregularidades en la contratación de servicios o de personal en el museo, un portavoz municipal aseguró que hasta el momento no se ha detectado ninguna.

Verónica Castillo asume la dirección provisionalmente

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, confirmó ayer que Verónica Castillo, actual jefa de Registro del Museo Carmen Thyssen-Bornemisza, se hará cargo de forma provisional de la dirección artística de la pinacoteca, tras renunciar la dimitida María López a continuar en funciones hasta que se resuelva el nuevo concurso público. Según dijo, el nombramiento podría producirse «en cuestión de horas, hoy o mañana».

María López permanecería en funciones como máxima responsable artística hasta contar con un sustituto, ya que así se lo exige su contrato, aunque ayer, según explicó De la Torre, «la directora saliente ha preferido no seguir en funciones porque desde el punto de vista de ilusión y de motivación no va a estar ahora más motivada que antes, sino al contrario».

«Hace falta una persona que esté con una normalidad de compromiso con el museo», declaró. Verónica Castillo, añadió, «tiene la formación idónea» para ocupar de forma provisional la dirección artística mientras se resuelve el nuevo concurso, lo que llevará «de dos a tres meses».