La vida de Óscar Lisbona, un canterano del Unicaja de baloncesto, dio un giro el 29 de junio de 2003, cuando sufrió un grave accidente de tráfico que le dejó 33 días en coma y un año en silla de ruedas, y ahora, ya recuperado, busca un editor que publique el libro en el que relatará su historia de superación.

Desde aquel día, sus metas, como continuar con su vida de deportista o su relación sentimental, cambiaron y tuvo que empezar de cero. Conseguir hablar y andar eran entonces los grandes retos de su vida.

A finales de 2004, este joven, en aquel momento de 25 años, comenzó a escribir su historia sin saber exactamente en qué desembocarían aquellos textos en los que narraba su esfuerzo constante y la situación que atravesaba, según ha explicado Óscar a Efe.

El apoyo de su madre fue un pilar fundamental para afianzar la idea de escribir un libro con su experiencia y la búsqueda de un fin positivo para su historia, con su protagonista totalmente recuperado, la mayor motivación para continuar día a día luchando.

Lo que parecía un proyecto en mente se consolidó tras cruzarse en la vida de Óscar el periodista Paco Rengel, que se ofreció de manera a escribir la historia del joven sin recibir ningún tipo de compensación económica.

Desde entonces, un sinfín de correos electrónicos que contenían las notas escritas por Óscar junto con largas conversaciones entre ambos dieron forma, a finales de 2009, al libro que abarcaba, en alrededor de cien páginas, el relato de Óscar.

"Hasta el momento, no he conseguido que 'Coma... Punto y seguido', lo publique ninguna editorial", ha relatado Óscar, pero sigue en la búsqueda de la institución o editorial que decida sacar adelante el libro, cuyos beneficios íntegros destinará a una asociación.

Lo que pretende transmitir Óscar con su libro, según ha explicado, es un mensaje positivo para todas aquellas personas que estén en una situación parecida a la que el atravesó o para aquellos que, por cualquier circunstancia, atraviesen un momento complicado en su vida y estén faltos de optimismo y motivaciones.

Su compromiso consigo mismo para recuperarse por completo y poder llevar la vida de un chico de su edad le ha llevado a que supere un traumatismo craneoencefálico y que consiga articular y coordinar el brazo derecho y la pierna izquierda, que, tras el coma, quedaron afectados por una hemiplejia cruzada.

No sólo movido por el interés de conseguir que su vida vuelva a ser como antes, Óscar también ofrece charlas en autoescuelas y colegios en donde narra, según ha explicado, su vivencia, con la que intenta sensibilizar a todo aquel que le escuche.

El objetivo de transmitir a los niños su relato, según ha comentado, está movido sobre todo por intentar que tengan la máxima conciencia en relación con la conducción y así evitar que se pierdan lo que él no ha "podido disfrutar".

Además de estas charlas educativas, Óscar es en la actualidad monitor de deportes de personas adultas y reclusas del Centro Penitenciario de Málaga y también ejerce como profesor de baloncesto con niños.

Todas estas actividades que realiza, junto a las tres horas que dedica día a día para hacer ejercicio físico, y así continuar con su recuperación, son las motivaciones que mantienen viva la ilusión de Óscar, que no es más que soltar la muleta que le acompaña y conseguir, el día menos pensado, "echar a correr".