Carolina Conejo Gómez, médico documentalista del Hospital Clínico, ha sido elegida presidenta de la Sociedad Española de Documentación Médica (Sedom), una sociedad científica que agrupa a licenciados en medicina y cirugía especialistas en Documentación Médica.

¿Qué es la documentación médica?

Es una disciplina que existe en España desde los años 70. En nuestro país se creó en Valencia y, en Andalucía, por primera vez fue en el Hospital Clínico de Granada, en los años 70. En los años 90 surge una gran eclosión. En esta disciplina se incorporaron médicos para aportar el conocimiento clínico a la gestión de la información relacionada con la actividad asistencial. Por una parte, la información tiene que estar estandarizada, para que podamos comparar unos centros con otros, unos países con otros, al igual que hay una estandarización de las enfermedades y luego, están definidos unos usos de la información, de forma que se prepara a medida para cada destinatario.

A efectos prácticos, ¿de qué estamos hablando?, ¿se archivan las enfermedades de cada paciente, su tratamiento, su evolución...?

Hay distintas partes. Una partes es la documentación clínica. Hablamos de todos los pacientes que son dados de alta, se clasifica la información de manera estructural para que se sepa cuáles son las patologías atendidas en el hospital, no solo el volumen de pacientes, sino de qué han enfermado y qué tratamiento se les ha aplicado y que esa información se pueda comparar de un centro a otro. Y ese conocimiento dentro del propio hospital se utiliza para asesorar a los facultativos y a la dirección.

¿En qué mejoras se traduce ese trabajo?

Se establecen áreas de mejora sobre ciertos perfiles de pacientes. Por ejemplo, se analiza y se plantea si se podrían manejar ciertos grupos de pacientes con una estancia más corta o unos tratamientos más intensivos o se analiza si estamos actuando sobre nuestros pacientes mejor o peor que otros centros.

Hemos hablado de esa primera parte o bloque, ¿cuál sería la segunda?

Nuestra categoría profesional se llama médico de admisión y de documentación clínica. He explicado la parte de documentación clínica y la de admisión es en la que el médico de nuestra disciplina realiza para darle un matiz clínico a la accesibilidad de los pacientes, para que puedan ser atendidos con fluidez. Así, analizamos cuánto tardan en ser atendidos, hacemos propuestas de mejora, cambios de organización en la consulta o en la planta. En definitiva, orientamos para reorganizar la actividad para atender mejor.

¿Cuándo se creó esta unidad específica en el Clínico?

Actualmente hay médicos documentalistas en todos los hospitales. En el Clínico somos cuatro. La unidad nació antes que el hospital, ya que se creó en el Hospital Civil a finales del 85, principios del 86. Hace ahora precisamente 25 años. Cuando se construyó el Clínico se trasladó la unidad con toda la información.

Esta actividad, ¿qué aportaciones concretas de mejora ha realizado al hospital Clínico?

Hemos contribuido a la reorganización de los servicios de admisión, cuando se iniciaron. Ése fue el primer boom de la documentación médica, que fue en los años 90 y ahora hay otro boom. En los años 90 ocurrieron tres hitos importantes, uno fue que se instauró en todo el país la obligatoriedad de usar sistemas internacionales de clasificación de la información, de enfermedades y de intervenciones, de manera que toda la actividad asistencial se pudiera volcar en la base de datos y analizarse a nivel nacional e internacional. A raíz de ahí hubo una toma de conciencia de la importancia de contar con un médico documentalista. Otro hito fue que la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo unas recomendaciones acerca de cómo se debe manejar la historia clínica. Ese fue otro hito porque los hospitales vieron que necesitaban de unos expertos que velaran por la calidad de la información recogida en la historia clínica. Y, por último, llegó también la creación de los servicios de admisión. Pasamos de tener las agendas en cada despachito, la lista de espera en cada despachito, donde la información no podía ser transparente porque no estaba estructurada, a las unidades de admisión donde se revolucionó y se centralizó la estructura hospitalaria para la accesibilidad de los pacientes.

Y, ¿cuál es el reto futuro?

Ahora nos encontramos en otro momento importante. El siglo XXI nos va a traer una nueva revolución porque son los años en los que va a haber un traslado masivo de la historia clínica en papel a la historia clínica electrónica y se tiene que hacer con exigencias de calidad y con los beneficios de la tecnología. Para el ciudadano uno de los beneficios más importantes va a ser que dentro de muy poco va a poder acceder a toda la información que se tenga de él en el sistema. En poco tiempo el ciudadano va a poder acceder a toda su historia clínica con las medidas de seguridad necesarias a través de internet, e incluso podrá interactuar con sus facultativos a través de su historia clínica electrónica y podrá comentarles sus cambios, su situación clínica, sus incidencias. Ya es una realidad en muchas áreas clínicas pero no todavía en la globalidad. En Andalucía, en Atención Primaria la historia clínica electrónica es ya una realidad, pero en los hospitales aún no, tenemos la tecnología y nos falta la organización.

¿Supone algún beneficio para Málaga y para el Clínico el hecho de que la nueva presidenta de la Sedom sea médico documentalista del hospital malagueño?

Fui elegida en el marco del XII Congreso Nacional de Documentación Médica que tuvo lugar la semana pasada en Málaga y donde se celebró la asamblea de la Sedom. Creo que la elección significa en parte un reconocimiento profesional al trabajo que estamos desarrollando desde Málaga. Y claro que tiene incidencia ya que el nombre del hospital Clínico irá conmigo allá donde represente a la Sedom. También así se pueden difundir los proyectos propios del Clínico en esta materia, como la identificación inequívoca de pacientes que se aplica en Salud Mental –incluye la fotografía del paciente– o también una línea de trabajo de asesoramiento a los facultativos acerca de en qué pueden mejorar para que el paciente esté más seguro en el hospital, o también estamos pilotando un nuevo informe clínico de alta de los pacientes que cumpla con los estándares necesarios y sea más fácil de construir.

La protagonista

EL EXPERTO¿Qué formación es necesaria para ser médico documentalista?

Estudiamos la carrera de medicina. Es una especialidad, pero está en el grupo de las especialidades que no son vía MIR, fundamentalmente a través de máster.

OBJETIVOS FUTUROS¿Qué prioridades marcará estos cuatro años como presidenta en el seno de la Sedom?

Cuento con el apoyo e la junta directiva donde se encuentra, además, el presidente saliente. Queremos propiciar nuevos acuerdos con otras sociedades científicas, y consolidar y ampliar los existentes, completar el convenio con el Ministerio de Sanidad y potenciar la proyección pública de la Sedom con un plan de comunicación.