La Fiscalía Provincial de Málaga pide dieciocho años de prisión para un irlandés acusado de acabar a tiros con un británico con el que había discutido previamente en junio de 2010. Los hechos sucedieron en un pub de la urbanización mijeña de Riviera del Sol. El juicio se celebrará a partir del 11 de julio ante el tribunal del jurado de la Audiencia.

Según consta en la calificación de la Fiscalía, a la que tuvo acceso La Opinión de Málaga, sobre las 22.00 horas del 5 de junio de 2010, Daniel J. S. se encontraba tranquilamente tomando algo en la terraza de un pub ubicado en la calle Acuario de la urbanización Riviera del Sol, de Mijas Costa.

En ese momento, siempre según el relato acusatorio, Eric W., nacido en Irlanda el 25 de agosto del 83, se acercó a Daniel. El fiscal señala que ambos habían mantenido una discusión en el local poco antes. Así, el procesado, que se había aproximado a Daniel S. J., con ánimo de acabar con su vida, «sacó una pistola de nueve milímetros parabellum que llevaba oculta, y disparó dos veces al perjudicado cuando éste trataba de levantarse de su asiento».

La víctima cayó al suelo a causa de los impactos de bala, «y volvió a dispararle en repetidas ocasiones aprovechando que la misma ya se encontraba tendida en el suelo y a escasamente a un metro de distancia de su cuerpo», explica la Fiscalía en su escrito de conclusiones provisionales, remitido al Juzgado de Instrucción número 3 de Fuengirola, encargado de las pesquisas.

Acto seguido, abandonó el local apresuradamente. Daniel J. S. sufrió hasta once heridas por arma de fuego: dos en la mandíbula, dos en la región cervical, una en el trasero, tres en el antebrazo, dos en la bolsa escrotal, y una última en el muslo.

El agredido falleció poco después debido al hemotórax que le causó el hecho de que uno de los disparos atravesara el ápex pulmonar derecho, lo que, a su vez, le provocó una insuficiencia respiratoria.

Daniel S. J. tenía 24 años, estaba soltero y no tenía hijos. Su madre, Karen S. J. W., reclama una indemnización. El fiscal, que ha calificado los hechos de asesinato y de tenencia ilícita de armas, pide dieciocho años de cárcel para el acusado, y el pago de las costas y de la responsabilidad civil, calculada en 45.793 euros.

El encausado fue detenido días después de los hechos en Coín, aunque en la casa que ocupaba no se localizó el arma homicida, pero sí granadas de mano y explosivo plástico, según informó en su día la Guardia Civil.

En un principio, se pensó que dos extranjeros llegaron en moto al pub y cometieron el crimen, huyendo luego, pero esa hipótesis se descartó. La más plausible es que ambos discutieran por un problema de faldas, aunque en el sistema penal español no es necesario probar el móvil de un asesinato para condenar al acusado, por lo que el fiscal no lo hace constar expresamente en el escrito de acusación.