Vacaciones y estudio. Estos dos términos parecen incompatibles, a priori. Sin embargo, algunos alumnos tendrán que combinarlos en los meses estivales por obligación para recuperar las asignaturas suspensas en el curso académico. Pero no sólo ellos. Los escolares que destacan en sus notas también tienen que saber programar su ocio para no perder el hábito en verano. Aunque las rutinas sean distintas que durante los meses de invierno. Es necesario planificar la diversión y el merecido descanso con el repaso a los contenidos ya aprendidos, y la lectura.

Según Ana Cobos, presidenta de la Asociación de Orientadores de Málaga, hay que hacer compatibles la convivencia familiar, la convivencia con los amigos, las actividades al aire libre, en el campo o en la playa, las actividades deportivas, culturales y descanso, con algunos momentos dedicados al repaso de las asignaturas. Se haya aprobado todo o se hayan suspendido materias.

Hay actividadas, campamentos deportivos, campamentos de idiomas, talleres de ciencias, plataformas de voluntariado en las que los niños pueden participar. «Es conveniente que los niños tengan actividad, que no se queden en casa viendo la tele. De ahí la importancia de dirigir el ocio. Si no hay ninguna actividad, se pasan las horas muertas delante de la tele, delante del Tuenti... y no es nada conveniente».

Los clásicos cuadernos de vacaciones son una muy buena opción. «Pero hay que buscar un momento fijo del día para repasar ortografía, comprensión lectora, cálculo, problemas... También de idiomas. Por las mañanas, quizás antes de ir a la playa o a la piscina, o después de comer. Pero es interesante crear la rutina. Y no es necesario que sea mucho tiempo. Dependerá de la edad, pero como mínimo media horita», explica Cobos.

Además, según esta experta, es muy importante leer, diferenciando la lectura del repaso de las asignaturas, asociada con el ocio y el disfrute. «Los niños tienen que tener acceso fácil a los libros, en casa o acudiendo a las bibliotecas de los barrios. La lectura nunca tiene que ser fastidiosa. Hay colecciones estupendas, para todas las edades. Que elijan lo que más les guste», aconseja.

Los especialistas recomiendan que todos los escolares mantengan el hábito de estudio durante las vacaciones para que la reincorporación a la rutina escolar en septiembre no sea complicada. Es mejor afianzar lo aprendido, sin adelantar contenidos nuevos que vaya a dar el próximo curso. Pero el repaso es aún más importante cuando han quedado asignaturas. «Entonces, evidentemente, en verano hay que trabajar». Y los cuadernos de verano, entonces, no serían suficientes.

«Es conveniente tener una rutina de trabajo, acudir a academias o profesores particulares. Si un niño ha tenido una evalución negativa después de nueve meses guiado por un profesor, es muy difícil que en dos meses él sólo pueda recuperar», asegura la presidenta de los orientadores de la provincia de Málaga.

¿Cómo castigar a un hijo que no ha rendido lo suficiente? De forma proporcionada, dice Ana Cobos. «No es conveniente que no pise la playa en todo el verano o que no vea a sus amigos. El verano sirve para desconectar y si no es así el niño se queda más sobrecargado para empezar el nuevo curso», agrega. Así que el objetivo sigue siendo disfrutar el verano, pero aprobar la recuperación en septiembre, y para eso, hay que estar estudiando al día un mínimo de hora y media seguida, con un pequeño descanso en mitad del repaso. Mínimo tiempo superior a la hora y media, seguida con un descanso. «En Bachillerato va a necesitar hasta cuatro horas diarias», añade.

¿Y son convenientes los premios por sacar buenas notas? También tienen que ser moderados. «Está bien premiar cuando uno cumple con su obligación, pero no con exceso, porque se trata de eso de cumplir con su obligación. Va a depender del esfuerzo que el niño haga. Hay niños que sacan notas muy buenas con poco esfuerzo y niños que las sacan medias con un gran esfuerzo. El objetivo del premio siempre debe ser para reforzar que esa conducta se mantengan y es preferible que no sean regalos materiales», concluye la experta.

Las claves

CUANDO SE HA APROBADOMedia hora de repaso con cuadernillos y mucha lectura

Los cuadernos de vacaciones que elaboran las editoriales son muy útiles en estos días de vacaciones para que los alumnos puedan repasar lo que han aprendido y no pierdan el hábito de estudio. Esto les permitirá volver a clase en septiembre mantiéndose en forma. Al menos durante media hora al día, de forma rutinaria, y antes de ir a la playa o la piscina. Y también es muy importante la lectura. Que los niños elijan los libros que quieren leer, diferenciado esta lectura del trabajo e identificándola con entretenimiento y diversión.

CUANDO SE HA SUSPENDIDOAl menos una hora y media de trabajo con un profesor

Cuando en nueve meses no se ha sido capaz de superar el curso, es muy difícil que se puedan recuperar las asignaturas en septiembre, después del verano. El trabajo tiene que ser más exigente, al menos una hora y media diarias, y acudiendo a una academia o ayudados por un profesor particular que sirva de guía.