Joao Magalhaes, un hombre afable y de correctos modales, cuenta sus impresiones sobre una crisis política que le es ajena pero que le está afectando de forma indirecta. A pesar de este contratiempo, sigue teniendo numerosos planes para el Museo del Automóvil de Tabacalera.

¿En qué se diferencia este Museo del Automóvil de otros?

Nuestro concepto es el automóvil como obra de arte, distribuido por espacios temáticos en los que acompaña la evolución artística del siglo XX, con los coches ubicados por épocas. Los museos tradicionales de coches ponen el enfoque en la parte mecánica, a mí me interesa más la estética, la parte artística, la cultura y la historia porque cada coche tiene mucha historia. Sólo tiene que leer los comentarios que la gente deja escritos sobre este museo.

¿Afecta al museo la reciente polémica entre Art Natura y el Ayuntamiento?

La situación actual perjudica al museo, primero porque la apertura de Art Natura traería más visitantes al museo –de hecho el bus turístico no pasa por la Tabacalera y dicen que lo hará cuando abra el museo de las gemas–. En segundo lugar porque la gente puede asociar este problema entre el museo de las gemas y el Ayuntamiento con el Museo del Automóvil. Por eso espero que tanto Art Natura como el Ayuntamiento lleguen a un buen entendimiento. El alcalde es un hombre muy serio, creo que actuó de buena fe y confío en que alcancen un acuerdo.

Porque usted no tiene problemas con el Consistorio.

No tengo ninguno. A pesar de que la logística fue muy complicada, el traer casi cien coches apenas supuso un retraso. Hubo pequeños problemas con la cimentación de las columnas, que hubo que reforzar, pero no fue un atraso grande. Es más, antes de que el edificio estuviera terminado ya tenía en Málaga 40 coches guardados. Además, nunca hice alteraciones al proyecto, cumplí todo lo acordado con el Ayuntamiento y creo que hasta superé las expectativas. De hecho, la gente cuando viene aquí no espera encontrar tanto.

Habla de la logística. ¿Fue complicado el montaje?

Los coches los tenía guardados al norte de Portugal, cerca de Galicia y para traer los coches a Málaga fueron necesarios 30 camiones, entre camiones con plataforma y de gran longitud. Yo lo llamaba la Armada de Málaga.

¿En qué estado compra los coches?

Mi padre primero y yo después compramos los coches deshechos y los restauramos. Tenemos un taller en Portugal con obreros y artesanos y hacemos todo.

¿Esta afición empieza entonces con su padre?

Comienza con mi padre, Manuel Magalhaes. Era un coleccionista tradicional que sobre todo coleccionaba los coches de los años 20 y 30, que eran quizás los de su juventud. Cuando él falleció me dije, o vendo la colección o haces las cosas fantásticas, porque vivimos en una época que o haces cosas fabulosas o no vale la pena perder el tiempo. Hoy hay que sorprender y superar las expectativas.

Con el hándicap de que la Tabacalera sigue siendo un complejo de edificios semivacío, ¿cómo va el número de visitas?

No están mal, están aumentado. El museo es una empresa que tiene que tener eventos e iniciativas constantes, por eso quiero vivir en Málaga a partir de septiembre. Ahora van a empezar a venir estudiantes de español. Los promotores de la enseñanza del idioma piensan que esta es una oferta muy buena, para que lo que encuentren en Málaga no sea sólo playa y discoteca. Estamos también en contacto con los cruceros, con el turismo senior, compañías de viajes y colegios para que visiten el museo.

Porque, aparte de la satisfacción de mostrar su colección, desea que sea rentable.

Este museo no recibe ninguna ayuda, todo lo pago yo y sigo restaurando coches en Portugal. Nunca recuperas toda la inversión y es lo lógico pero sí tienes que tener algún rendimiento.

¿Qué novedades prepara para la próxima temporada?

Queremos hacer en noviembre un festival de moda ecológica, uno de los primeros en España. Sería una colección con tejidos ecológicos con diseñadores malagueños y de fuera. Coincidiría con la presentación de un coche con motor de aire comprimido porque tenemos una zona dedicada a las energías alternativas.

¿Quiere vincular el mundo de la moda con el museo?

En la actualidad hay una tendencia fortísima entre los grandes museos del mundo de hacer retrospectivas histórica de moda. Empezó en el Victoria and Albert de Londres y en la actualidad tenemos a Dior en el Museo Pushkin de Moscú; Alexander McQueen en el Metropolitan y una de las mayores exposiciones del Guggenheim de Bilbao la de Giorgio Armani. Estoy interesadísimo con la relación entre el automóvil como obra de arte y la alta costura.

¿Qué piensa del edificio de la Tabacalera y su emplazamiento?

Es fantástico, tiene de todo. Son 6.000 metros cuadrados y tenemos también un patio para hacer presentaciones y ruedas de prensa y hay mucho sitio para hacer desfiles. Ahora hace falta que los malagueños nos conozcan más.