La asociación El Defensor del Paciente ha pedido a la Fiscalía que investigue el caso de una mujer de Málaga que abortó el pasado junio a los seis meses de gestación tras ser informada de que el bebé tenía una malformación fetal grave, y días después recibió una carta por correo que decía que estaba sano.

El matrimonio mantiene que fue informado el pasado 31 de mayo, cuando la mujer estaba de 23 semanas y dos días de gestación de que el bebé que esperaban tenía "artrogriposis múltiple congénita", una enfermedad difícil de detectar y que, según los médicos, probablemente desarrollaría en grado elevado porque nunca movió los pies ni las manos pese a que presionaban el vientre constantemente.

Además, el feto tenía totalmente flexionadas sus extremidades y hasta que no naciera no podrían saber si tendría alguna otra discapacidad, pero podía tener problemas cardíacos, según señala la pareja afectada que le comunicaron los médicos.

Ante esta situación, les recomendaron hacer una amniocentesis y empezar el protocolo para interrumpir el embarazo, sin que les dieran -aseguran- ningún porcentaje de error-, por lo que decidieron hacerlo en ese momento para que un tribunal médico les permitiera abortar pasadas las 22 semanas de gestación.

Aunque el matrimonio fue informado de que posiblemente el tribunal le haría una ecografía a la mujer para confirmar y contrastar el diagnóstico, "eso no fue necesario" y bastó con el informe de la doctora y en una llamada les dieron la cita para acudir a una clínica de Sevilla el pasado 3 de junio para detener la gestación.

El doctor que intervino en el proceso rellenó un informe en el que ponía "malformación fetal grave sin posibilidad de tratamiento", documento que los afectados entregaron en el Hospital Virgen de la Victoria de Málaga, y en el que fue ingresada la mujer y tuvo lugar la expulsión del feto en dos días, relatan.

Tras el aborto, la mujer estaba de baja médica por depresión y cuando intentaban "dejar esta tragedia atrás", recibieron por correo ordinario en su casa una carta del Hospital Virgen de la Victoria del servicio de Anatomía con un informe del que interpretan que el bebé estaba sano o no tenía anomalías graves como para interrumpir el embarazo.

Con el fin de corroborar su impresión, aprovecharon la cita médica que tenían con su doctora de cabecera para que leyera la carta, y ésta también interpretó que, al parecer no había ninguna anomalía.

La pareja, que el próximo 26 de julio tiene una cita en el hospital para recoger los resultados de la amniocentesis, espera una explicación al respecto, ya que aunque les dijeron que les iban a llamar, aún no ha sucedido, señala El Defensor del Paciente, que solicita a la Fiscalía una investigación de oficio por supuesta negligencia.