Indignación total. Alcaldes, Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol, representantes del sector turístico y de asociaciones de vecinos reaccionaron ayer a la decisión del Ministerio de Fomento de reducir la velocidad de 100 a 80 kilómetros por hora en la A-7 –antigua N-340– entre los municipios de Mijas y Marbella. Tal y como publicó La Opinión de Málaga el pasado sábado, se hizo efectiva el viernes y sin previo aviso.

Los alcaldes de Marbella y Mijas piden incluso al Ministerio respuestas a través de sendas cartas, mientras que desde la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol solicitan explicaciones a la Subdelegación. El subdelegado del Gobierno y la jefa provincial de Tráfico, Hilario López Luna y Trinidad Hernández, respectivamente, confirmaban ayer una decisión basada «en los informes de siniestralidad» realizados por los técnicos de Fomento.

La respuesta en la Costa del Sol Occidental fue contundente. El propio presidente en funciones de la Mancomunidad de Municipios, Juan Sánchez, calificó la medida como una «barbaridad». «Es una forma de poner un nuevo peaje, esta vez en la autovía y mediante sanciones», dijo antes de añadir que se trata de un «auténtico desprecio» a la Costa del Sol.

Sánchez también rebatió la teoría de la siniestralidad asegurando que Fomento no puede demostrar un mayor índice de accidentes en los tramos seleccionados para disminuir el límite de velocidad. «No tiene explicación lógica. «Es una arbitrariedad más a la que nos tiene acostumbrado este gobierno», abundó.

Sin aviso oficial

La alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, «indignada», pedirá las explicaciones pertinentes al Ministerio de Fomento como impulsor de una medida que conoció a través de este periódico. «No hemos tenido comunicación oficial de esta decisión. Nos hemos enterado a través de la investigación de un medio de comunicación», apuntó la regidora, quien añadió que el Gobierno está haciendo lo contrario de «incentivar y apoyar las épocas turísticas». «Nos parece un absoluto atraso que el Gobierno pase de 120 a 110 el límite y, ahora, lo reduzca a 80 en estos tramos por seguridad como dicen. Estamos en situación de indefensión porque Fomento actúa al margen de los intereses de la ciudadanía», dijo contundente.

El alcalde de Mijas, Ángel Nozal, tampoco ha recibido con buenos ojos la medida. El regidor aseguró que ya ha remitido una carta al ministro de Fomento, José Blanco, para solicitarle el restablecimiento de los anteriores límites en aquellos lugares donde la velocidad era superior a los actuales 80 kilómetros por hora.

En su misiva, Nozal insta a reconsiderar la decisión, reproduciendo las quejas de las distintas asociaciones de vecinos de Mijas. «El gobierno que presido es consciente de la necesidad de adoptar cuantas medidas de seguridad hagan con tal de garantizar la seguridad de los conductores. Pero estas limitaciones en algunos tramos parecen obedecer a criterios estrictamente recaudatorios», reza el texto de Nozal.

Entre esas asociaciones está la Asociación de Urbanizaciones Unificadas de Mijas, cuyo presidente, Miguel Martínez, aseguró que «en un rato» que observaron el radar de la gasolinera de La Cala el fin de semana comprobaron que «no dejó de saltar porque nadie está habituado a pasar por ese punto a la velocidad que exige el nuevo límite.

Más diplomático fue el presidente del Centro de Iniciativas Turísticas de Marbella, Juan José González, quien espera que la reducción del límite permita reducir la siniestralidad. «Es una medida restrictiva pero espero que dé buen resultado. Lo cierto es que las incorporaciones a la A-7 son muy peligrosas», recordó.