Desde tiempos remotos, los malagueños siempre han tenido el coraje de protestar cuando no se han quedado satisfechos con las respuestas que les da ese funcionario de ventanilla o tienen que esperar de pie en interminables colas y, una vez que son atendidos, les dicen que necesitan un documento más que no tienen.

En ese momento de impotencia parece inevitable ponerse nervioso y, en ocasiones, algunos descargan su ira ante un oficinista con una actitud totalmente pasiva y que tampoco quiere o sabe cómo actuar para resolver los problemas que tenemos con la administración.

En estas situaciones de «silencio administrativo» el Defensor del Ciudadano de la Diputación de Málaga, Francisco Gutiérrez, se pone a trabajar para ayudar a las personas que se sienten pequeñas ante un monstruo con el que no se ven capaces de luchar.

Enseñar a la gente cómo deben reclamar sus derechos a recibir un correcto servicio por parte de las distintas administraciones públicas es uno de las funciones de la figura del Defensor, por ello, Gutiérrez ha presentado, junto con la profesora en Derecho Administrativo de la Universidad de Málaga, Carmen Ávila, una guía sobre el derecho de los ciudadanos a una buena administración pública.

«Los ciudadanos nos quejamos pero no ante quienes se debe presentar la denuncia», aseguró Gutiérrez, pero, «además, la administración debería informar de cuáles son las vías de reclamación» para que cualquier persona con alguna duda o problema se sienta bien atendida, manifiesta.

En cualquier caso, el defensor del ciudadano aseguró que los malagueños «no son lo suficientemente críticos con las administraciones públicas» y que «el sentido de la queja no está todavía desarrollado en la ciudadanía».

Por otra parte, Gutiérrez aseguró que las administraciones andaluzas tienen «una buena voluntad» a la hora de hacer su trabajo pero que, en algunos casos como por ejemplo la administración electrónica, que se puso en marcha con una ley en 2007, a día de hoy «deja mucho que desear en su funcionamiento».

Otro de los grandes problemas que pueden padecer los ciudadanos es con la administración de Justicia que «sufre un gran atasco» en parte «por un mal diseño de la propia administración» sobre todo por «la falta de mediación», aclaró el defensor del ciudadano.

Al diferencia de la justicia laboral, donde existen órganos de intermediación, en el ámbito civil o penal «se producen atascos».

La profesionalización de los funcionarios

El Defensor del Ciudadano de la Diputación de Málaga hizo hincapié en que una de las claves con la que se puede conseguir una mejora en el conjunto de administraciones públicas sería la «profesionalización de los funcionarios».

Además, aseguró que las personas que piensan que los funcionarios trabajan poco o pasan demasiado tiempo en la cafetería a la hora del desayuno se equivocan; «esos son mitos de un sector que se desconoce», indicó.

En lugar de esto, Francisco Gutiérrez cree que la mejor solución pasa por «una reorganización interna administrativa» para que, con ello, se consiga además «una mayor profesionalización y una mejor organización del trabajo».

Además, considera oportuno que el salario de los funcionarios esté con consecuencia con la productividad de éstos, aunque es cierto que en la mayoría de los casos no es posible medir objetivamente el trabajo de un funcionario como el que ocupa un puesto de recepcionista, y, en otros, sería muy difícil o injusto como el caso de un bombero que acude a llamadas de emergencias.