La omnipresencia de la cultura en el mundo de la política, en la economía y en la vida social fue el tema que analizó ayer el editor y consultor británico Timothy Benjamín Chapman en la jornada de clausura del curso «Cultura del Valor o valor de la cultura» que ha venido desarrollando la Universidad de Málaga (UMA) en los salones de la Real Maestranza de Caballería de Ronda a lo largo de toda esta semana.

Concretamente, este experto se centró en lo que denomina el capitalismo cultural que impera en estos momentos en el mundo. En este sentido, apuntó que si antes el capitalismo tenía como primera área de actividad la industria, produciendo coches, electrodomésticos, herramientas, en definitiva cosas materiales, «ahora está explotando recursos culturales, que no son materiales, como las ideas, las imágenes, los conceptos, significados, en definitiva lo inmaterial».

Sobre la importancia de las redes sociales en la evolución de la cultura, Chapman afirma que las nuevas tecnologías, en general, son las que están contribuyendo a su desarrollo. «Pero también a partir de estas herramientas el capitalismo está explotando los recursos culturales». Esto tiene aspectos positivos y negativos, ya que por ejemplo ahora todo el mundo tiene acceso a la cultura a través de la Red, pero los intereses puramente económicos también tienen más facilidad para la explotación de los recursos culturales.

Ante el abanico de posibilidades que abre internet, y a su vez la amenaza que supone para los autores, este editor dice precisamente que ahí es donde se abre el debate de la propiedad intelectual, del famoso canon digital, de las sociedades de gestión, los derechos, «pero ocurre que los propios autores también están divididos, porque unos lógicamente quieren cobrar por su trabajo, pero hay otros que defienden el libre acceso a la cultura».

Al igual que existe un choque de civilizaciones, también hay un choque de culturas. En este sentido, recuerda que el imperialismo económico supuso a su vez un imperialismo cultural del sistema occidental. «Pero ahora resulta que China está haciendo lo mismo desde Asia y está comprando recursos naturales y recursos culturales».