El Ayuntamiento de Málaga ha aprobado este viernes, en un pleno extraordinario, las correcciones del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) planteadas por el Gobierno andaluz. Tras esto, ya sólo queda, una vez que se remita la documentación a la Administración regional, su publicación en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) para que entre en vigor, poniendo punto final así a siete años de tramitación.

Los argumentos de los tres grupos políticos son los mismos que ya plantearon para la aprobación provisional de la revisión-adaptación del PGOU, así como la votación, habiendo salido adelante estas subsanaciones con la mayoría absoluta del equipo de gobierno del PP, ya que el PSOE se ha abstenido e IU ha votado en contra. Mientras los 'populares' defienden que el planeamiento consolida a Málaga como "una gran metrópoli", la oposición lamenta que está "anclado en el pasado".

El alcalde, Francisco de la Torre, ha afirmado que el nuevo PGOU, basado en el Plan Estratégico de Málaga, supondrá "una activación de la economía". De hecho, aunque ha reconocido que "no es la receta para salir de la crisis", es un documento que "da seguridad jurídica y permite abordar algunas inversiones". Además, ha asegurado que permitirá la generación en los primeros años de "algunos miles de puestos de trabajo", sobre todo relacionados con proyectos logísticos y productivos.

El regidor malagueño ha incidido en las más 70.000 viviendas que recoge el Plan --42.776 son nuevas y el resto estaban ya previstas en 1997--, destacando "la apuesta decidida" por los inmuebles protegidos; de hecho, ha subrayado que en algunos suelos se supera el 30 por ciento establecido por la norma.

Según De la Torre, se contempla "un crecimiento sostenible", añadiendo que este documento "es expansivo, pero se insiste mucho en la regeneración urbana". Asimismo, ha resaltado la creación de nuevas centralidades como las de Martiricos, La Térmica o Repsol.

Convenios urbanísticos. Así, al ser preguntado por los convenios urbanísticos suscritos para esas nuevas centralidades, el alcalde ha expuesto que, tras la entrada en vigor del PGOU, será el momento de mantener reuniones con las empresas.

"Nuestro planteamiento es defender los intereses de la ciudad, no de las empresas --ha precisado--, por lo que tenemos que cobrar lo pactado y pronto", pero ha reconocido que "los momentos actuales no son los mismos que cuando se firmaron los convenios". Por ello, el Ayuntamiento contempla flexibilizar los plazos, aunque "con intereses".

Precisamente, a partir de la entrada en vigor del nuevo PGOU el Ayuntamiento dispondrá de forma efectiva de 25 millones de euros, que, según De la Torre, "ya tienen destino" dentro del presupuesto de 2011.

Ha destacado que la elaboración del Plan General ha contado con "una gran participación, con 2.300 reuniones". Sin embargo, ha lamentado que "haya costado años", en los que ha habido "muchos obstáculos y chinitas", ante lo que ha recordado la suspensión total que hizo en 2009 la Comisión de Ordenación del Territorio y Urbanismo de Andalucía (Cotua).

Aunque este documento cumple las normas superiores, ha reiterado que el Ayuntamiento "defiende la autonomía municipal", justificando así los recursos judiciales interpuestos para la defensa de la construcción al norte de la Ronda Este o para que los terrenos de las casas marineras de El Palo, Pedregalejo, Las Acacias, Playa Virginia y La Araña sean considerados suelo urbano consolidado en dominio público marítimo-terrestre. Pese a estas cuestiones, ha dejado claro que el PP está "conforme casi al cien por cien" con el nuevo PGOU.

Ante la postura de la oposición, ha dicho a los socialistas no entender su abstención, ya que votaron a favor del PGOU de 1997 y éste es "continuidad" de aquel; además, "gobernando el PSOE en la Junta de Andalucía y bendiciendo ésta el Plan, lo coherente sería que lo apoyaran". Respecto a IU, ha señalado que en Sevilla, cogobernando con el PSOE, dio el visto bueno al planeamiento hispalense, que era "expansivo, con convenios urbanísticos de 900 millones de euros".

PSOE. El PSOE ha justificado su abstención de este viernes --aunque votó a favor de las subsanaciones en la Comisión de Pleno de Ordenación del Territorio y Vivienda de este pasado martes-- aludiendo a que "de verdad estamos hablando del punto final para aprobar el PGOU de esta ciudad", un modelo con el que "estamos en profundo desacuerdo", según su portavoz, María Gámez.

"Se trabaja con el pasado, apenas soluciona los problemas del presente y no plantea una visión de futuro", ha indicado Gámez, a lo que el número dos del grupo, Carlos Hernández Pezzi, ha precisado que "es anticuado, heredero directo del de 1997". No obstante, la portavoz socialista ha apuntado que, "gracias a la exigencia de la legalidad por parte de la Junta, este Plan es menos malo que en sus inicios".

Para la edil del PSOE, "después de más de siete años, estamos de acuerdo con acabar todos los trámites para que el PGOU pueda entrar en vigor, pero no apoyamos el modelo, por lo que nuestra postura es la abstención". "No queremos ser un lastre a la generación de expectativas", ha apostillado.

Gámez, que ha criticado que el PGOU ha estado marcado por "un proceso tortuoso y cargado de poca lealtad institucional", ha defendido una ciudad "mas sostenible" y ha denunciado que "todo espacio libre sea susceptible de ser construido, primando la vivienda de renta libre y dejando sólo para la protegida lo que marca la ley". Además, "no se contempla la regeneración de las zonas industriales ni tampoco de la ciudad consolidada".

Ha confiado en que "se acabe con esta práctica de deslealtad" y a lo largo de los próximos años el nuevo PGOU "sea corregido en lo que se pueda", de modo que "se piense en los ciudadanos, porque con el Plan aprobado se benefician muy pocos, los que han firmado los convenios, y también en la ciudad consolidada".

Por ello, el PSOE plantea una serie de medidas, tales como establecer un modelo sostenible bajo nuevos supuestos económicos, sociales y ambientales; la coordinación con otros planes como el de Movilidad Sostenible, el Pepri Centro, etcétera; la reorganización de la gestión urbanística en las zonas objeto de convenios, garantizando plazos y la ejecución de los principales acuerdos, y aclarar el destino y los pasos a dar en los grandes temas de ciudad.

Entre estas medidas, se contemplan también ordenar las etapas del PGOU, ajustándose a la realidad; articular mejores procedimientos de participación democrática y gobierno del urbanismo; la mejora sustantiva de las comunicaciones físicas y virtuales, y acabar con las prácticas de encarecimiento de los activos inmobiliarios promovidos en el último periodo, poniendo como ejemplo el Astoria-Victoria, y con operaciones de impacto negativo, como Colinas del Limonar.

IU. Finalmente, el portavoz de IU, Pedro Moreno Brenes, ha coincidido con el PSOE en que es un PGOU "anclado en el pasado", que "obvia la vivienda pública, el medio ambiente, los espacios libres y los equipamientos".

"Sigue siendo el Plan General de más de 70.000 viviendas, manteniendo las protegidas en el mínimo legal", ha lamentado. Más aún, ha dejado claro que "no es el PGOU que va a resolver el problema de la protección del medio ambiente ni el de los equipamientos y zonas libres".

A juicio del concejal de la coalición, "es un Plan de un desarrollismo desaforado, que anula y obvia los equipamientos y la promoción de vivienda pública".

Moreno Brenes ha asegurado que el voto en contra de su grupo "no es el no por el no", sino que responde a la "coherencia", y ha advertido de que "con la ejecución de este Plan, urbanísticamente Málaga se encontrará en una situación muy compleja".