La progresión de la Universidad de Málaga es imparable. Cada curso aumenta el número de alumnos que acceden a la institución académica malagueña para iniciar sus estudios y todo apunta a que en el curso 2011/2012 no va a ser una excepción. Los jóvenes ven que la UMA es una buena opción para formarse y encontrar trabajo en el futuro. Ya se han matriculado 3.565 alumnos, casi la mitad de todos los que lo hicieron el pasado año después de completarse todas las fases del proceso de preinscripción, incluidos los plazos de septiembre.

Las previsiones de la UMA indican que los alumnos de nuevo ingreso el próximo curso podrían superar los 8.000. El pasado año, la cifra rondó los 7.800, y entonces ya se batió un récord, porque el año anterior fueron poco más de 7.000, unos 300 más que en el curso 2008/2009, cuando se matricularon unos 6.700. La crisis económica puede hacer que muchos más jóvenes se decanten por estudiar una carrera, debido a las escasas expectativas de acceder al mercado laboral en la actualidad. Y con razón piensan que, si hay pocos puestos de trabajo vacantes, estos serán ocupados por quienes estén más preparados para competir.

Destino UMA

Este aumento en las matriculaciones también puede deberse, a juicio del vicerrector de Estudiantes de la Universidad de Málaga, Juan Antonio Perles, al importante esfuerzo desarrollado por la UMA durante los últimos cursos para dar a conocer la institución a los alumnos de Bachillerato, a través de la jornadas de puertas abiertas, dentro del programa Destino UMA. Pero, indiscutiblemente, la crisis tiene algo que ver. «Es mejor momento para la formación, y no para el empleo», asegura Perles.

Y en esta estadística facilitada por el servicio de Preinscripción de la Universidad no se incluye, sin embargo, la cifra de alumnos que aunque no se han matriculado, sí que han reservado su plaza en previsión de que pueda bajar la nota de corte en la segunda adjudicación, que tendrá lugar el próximo martes, 26 de julio.

Llama la atención, en todo caso, que se haya producido esta avalancha de matriculaciones nada más iniciarse el proceso de preinscripción.

Y es que los estudiantes que han sido admitidos en la carrera elegida como primera opción en su solicitud, deben matricularse ya que si no perderían su derecho sobre la solicitud presentada. Si no fuera su primera preferencia, el sistema les hará una reserva de la plaza automáticamente, que le permitirá prosperar a las peticiones de mejor preferencia si fuera posible.

Si, por el contrario, el alumno ha sido admitido en la segunda carrera de preferencia o en sucesivas, puede reservar, renunciar o matricularse en el grado asignado. Si optan por reservar, aguantarán la plaza actual y, en su caso, siempre pueden mejorar su situación en la siguiente adjudicación. Si desisten, se quedan en espera de mejor preferencia. Y si se matriculan, quedan ya inscritos en esa carrera, sin opción a matricularse en otra, aunque baje la nota de corte y pudieran lograr plaza en otra carrera de preferencia.

Si no hiciera ninguna de estas acciones, perdería su derecho a participar en titulaciones con lista de espera.