Hospitales y centros de salud masificados, largas listas de espera y escaso personal. Ésa es la estampa habitual que se aprecia en los centros sanitarios malagueños en verano. Enfermar en época estival puede llegar a convertirse en una auténtica odisea para los ciudadanos. De hecho, según la Unión de Consumidores de Málaga, las consultas de asesoramiento en relación con la atención sanitaria han aumentado «significativamente» en lo que va de año. Así, pese a que se han formalizado un total de 34 consultas en esta materia, se espera un «notable incremento una vez que finalice el verano».

En esta época la cifra de reclamaciones es representativa, pero no ofrece un marco real y un balance definitivo, ya que el mayor volumen de quejas se percibe durante el segundo semestre. «Al finalizar el verano, hay sectores, como el sanitario, en los que aumenta exponencialmente el número de reclamaciones», señala Jesús Burgos, presidente de la UCE en Málaga.

El principal motivo por el que los servicios sanitarios se convierten en un verdadero via crucis radica en la masificación que sufren actualmente los hospitales y centros de salud. Este exceso de pacientes viene a su vez provocado por la huida de los usuarios de clínicas privadas hacia el sistema público. Esta circunstancia sumada al hecho de que el tijeretazo está afectando «cada vez más» a los servicios sanitarios, provoca «un déficit en la calidad» asistencial que hace especial mella en Málaga.

«Nos da miedo pensar en el número de quejas que esperamos recibir este año debido a los recortes profundos que se están llevando a cabo», confiesa Burgos, quien se muestra preocupado por el descenso de contratación de personal en época estival.

«No es posible que las contrataciones para Málaga sean las mismas o similares que para Sevilla y Córdoba, ciudades que en verano están vacías», manifiesta.

Telefonía y transporte aéreo

La telefonía, al igual que en 2010, sigue siendo el sector que más reclamaciones ha acumulado durante el primer trimestre de 2011 con un total de 309 consultas, fundamentalmente por solicitudes de baja de un servicio y cambios de portabilidad. Tras este sector, se sitúa el transporte aéreo con 233 consultas, cifra que ha aumentado desde la eclosión de las nuevas compañías, aunque eso apenas significa una consecuencia lógica de la multiplicación diaria de los vuelos. En este sentido, la lista de reclamaciones no está encabezada por las low cost, sino por las compañías tradicionales. Los motivos son los de siempre: retraso y cancelaciones de vuelos.

Al transporte aéreo le siguen el tabaco (con 172 consultas), la electricidad (120), y los servicios bancarios (100). En una tendencia al alza se sitúa el sector inmobiliario y, especialmente, los servicios financieros, en concreto, los trámites relacionados con la concesión de hipotecas y créditos para viviendas, con un centenar de consultas en lo que va de año.

Asimismo, se aprecia un incremento en al ámbito del cuidado personal con casi 40 consultas, entre aparatos eléctricos (18), joyas y accesorios (12) y cosméticos y artículos (7). «La gente adquiere más aparatos eléctricos y más cosméticos para evitar ir a la peluquería», puntualiza.

Aumentan las quejas en los bares

Un dato curioso es que, por primera vez, están aumentando las consultas y quejas en bares (53). El contexto de crisis está provocando que clientes que antes almorzaban en hoteles y restaurantes ahora se decanten más por los bares y las taperías.

Tanto es así que, «incluso, se da la circunstancia de que grandes marcas de cerveza están experimentando retrocesos en sus ventas por servirse en hoteles, mientras que las que se incrementan las que se ofrecen en bares», explica el presidente de la UCE en Málaga.

Igualmente, durante el primer semestre del año se han incrementado las reclamaciones en el sector energético (en concreto, la electricidad, con 120 consultas y 21 reclamaciones, y en el consumo de agua, con 48 consultas y dos quejas). En este último aspecto, lo que ha motivado la elevación en el número de consultas ha sido «el aumento en el precio de las facturas».

De otro lado, se aprecia un descenso considerable en el número de reclamaciones y consultas relacionadas con el transporte debido a la pérdida de empleo. «Antes la gente utilizaba más el transporte púbico, pero el hecho de que haya menos personas trabajando se traduce en menos usuarios», asevera Burgos. En este sentido, la mayoría de las quejas (el 98 por ciento) están vinculadas a la empresa Portillo. «La imagen de esta empresa es pésima, tanto que las propias administraciones protestan por la calidad de los servicios que ofrece», apostilló.