Durante 2008 y 2009 el Ayuntamiento y el Gobierno negociaron construir un nuevo Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) en el polígono Guadalhorce. En un principio, se pensó que ambas instituciones habían llegado a un acuerdo, pero el proyecto duerme el sueño de los justos. Ambas administraciones alcanzaron un acuerdo en enero de 2009, comprometiéndose el Gobierno a una inversión de 12 millones de euros, pero problemas sobre la cesión de la parcela por parte del Consistorio han dejado en punto muerto el pacto. De las reuniones entre Subdelegación del Gobierno y Ayuntamiento, nada se sabe. Los empresarios dicen que a ellos nadie les ha hablado del plan.

Este periódico trató ayer de contactar, sin éxito, con el concejal de Urbanismo, Diego Maldonado, para que expusiera el estado actual de las negociaciones. ¿La crisis estará detrás del desencuentro? Nadie lo sabe. Ni siquiera la presidenta de la Asociación de Polígonos de Málaga (Apoma), Ana López, quien siempre ha dicho que no le gusta que el CIE vaya a este recinto industrial, pero que, si al final se concreta el proyecto, al menos debería ir acompañado de infraestructuras policiales.

«Sé que hubo negociaciones, ahí en principio iban un CIE y centros policiales, pero nadie nos ha enseñado ningún proyecto. No nos gusta traer aquí cosas que no tengan que ver con temas empresariales, pero otro asunto es cómo se haga y que haya una especie de aportación», afirma Ana López.

Sobre el proyecto y los contactos entre los ejecutivos nacional y el municipal impera la ley del silencio, tal vez por la crisis, tal vez porque el Consistorio no quiere liberar esa parcela a cambio de nada.

La superficie podría estar inmersa en un frente dialéctico mucho más amplio (en el que se estaría discutiendo el sino de varias parcelas y posibles proyectos y cambios de titularidad). Y no parece que la cosa vaya a agilizarse con las elecciones generales. Los empresarios quieren allí, como se les prometió, los edificios para las UIP y los GOES de la Policía Nacional.