Más de 650 personas inmigrantes han pasado ya en lo que va de año por el departamento laboral de Málaga Acoge en busca de ayuda. Por contra de lo que se pudiera pensar el perfil mayoritario de los que acuden a esta oficina actualmente son inmigrantes ya afincados e instalados en Málaga desde hace años a los que como a tantas familias malagueñas les ha salpicado de lleno la crisis y han perdido su empleo, relata el coordinador del Área Laboral de Málaga Acoge, Alejandro Bernal.

«Son personas que estaban trabajando, arraigadas, con un nivel adquisitivo medio-alto incluso, y que ahora, por primera vez, se enfrentan a un desempleo de larga duración, de más de un año», indica. Mayoritariamente acuden hombres, pero los empleos demandados pueden dividirse por sexos, es decir, ellos piden trabajos en el sector servicios o en la construcción (donde tenían ocupaciones anteriormente), mientras que ellas se decantan por el servicio doméstico, la limpieza y el cuidado de personas. Si antes visitaban la oficina de Málaga Acoge por diversos motivos, ahora su delicada situación laboral y por ende económica les lleva a pedir directamente un trabajo. «Demandan un empleo inmediato, más que orientación o apoyo laboral y nosotros no tenemos bolsa de empleo, lo que hacemos es reconducir esa demanda y ofrecerles orientación laboral», explica Bernal.

Analizan la formación del demandante, su experiencia previa y les ofrecen talleres prelaborales básicos –cómo acercarse a un empresario, cómo contactar con una empresa, elaboración de currículum vitae, herramientas disponibles, sitios a los que acudir, etc.–. También les enseñan a afrontar el aspecto emocional de la búsqueda de trabajo ya que es frecuente el fracaso y no hay que abandonar por ello, comenta.

Por si fuera poco con la difícil y dura situación actual ellos compiten además con ciertas desventajas respecto a los nacionales, ya que para empezar muchos tienen estudios y niveles de formación similares o incluso superiores a otros pero no han homologado sus títulos porque es costoso y largo en el tiempo. «Por eso los animamos y les recomendamos que realicen la homologación», dice.

En determinadas poblaciones el idioma es un escollo más que importante también. «A éstos los derivamos a cursos de español», indica. Y, además, se han de enfrentar a empresarios que aún discriminan a un candidato inmigrante frente a otro que no lo sea. Éstos en ocasiones tienen que demostrar más, considera Bernal.

Actualmente el nivel de reinserción laboral es bajo a causa de la delicada situación de las economías. Del total que logra un trabajo, el 40-50% lo hace en el sector servicios, precisa. El coordinador del Área Laboral de Málaga Acoge asegura también que con la crisis económica están llegando muchos más inmigrantes demandando empleo y considera que se ha producido un incremento de las situaciones de exclusión.

El Área Laboral de Málaga Acoge desarrolla diversos programas. Uno de ellos es la unidad Andalucía Orienta, dependiente de la Consejería de Empleo de la Junta y por el que han pasado 250 personas. Otro es el programa Incorpora de La Caixa, dedicado específicamente a personas en riesgo de exclusión social, situación en la que se encuentra, entre otros, el colectivo de inmigrantes. El objetivo que se persigue es doble, que las personas que participan se comprometan a la búsqueda activa de empleo y fomentar la responsabilidad social corporativa. Hasta el momento Málaga Acoge ha trabajado con 55 personas en este programa.

También se desarrolla el plan de Experiencias Profesionales para el Empleo (EPES) financiado por el Servicio Andaluz de Empleo y que posibilita que las personas inmigrantes tengan contacto con el mercado laboral. Para ello Málaga Acoge busca empresas interesadas en profesionales y les pone en contacto con usuarios que cumplan los requisitos. Ya han pasado por este último medio centenar de personas, de los que muchos han conseguido encontrar empleo además de una mayor integración en la sociedad malagueña y a derribar prejuicios y estereotipos sobre los inmigrantes. El último programa es Globalemplea, financiado por el Ministerio de Trabajo y por el que han pasado 300 personas. El objetivo es la inserción y promoción sociolaboral de las personas migradas en Andalucía.