Barrionuevo protagonizó el pasado año una polémica con su marcha del Club Málaga Valley por entender que las empresas locales tenían poco peso.El año pasado abandonó el Club Málaga Valley, impulsado por el Ayuntamiento, por entender que las empresas locales tenían poco protagonismo. Se nombró entonces al director general de Aertec, Antonio Gómez-Guillamón, como vicepresidente y como voz e imagen del empresariado local en el Club ¿Se plantea ahora volver algún día

No me planteo un retorno. Creo que tampoco es necesario. Ya veremos más adelante. Me alegro, eso sí, de que haya reivindicaciones y que se haga caso de ellas. Tengo la tranquilidad de ver a un empresario malagueño de vicepresidente del Club, y veo que empieza a haber cambios interesantes, donde las empresas locales tienen más protagonismo.

¿Qué relación tiene con Gómez-Guillamón?

Antonio es un colega al cual respeto mucho. Me veo reflejado en él como representante del empresariado tecnológico malagueño y andaluz.

¿Aclaró las cosas con el Ayuntamiento?

Sólo quise hacer una crítica constructiva. El tiempo pone a cada uno en su sitio. Sólo me movía ver lo que pasaba y encontrar el camino bueno para los empresarios locales. Nada más.

¿Siente envidia o recelos hacia su persona?

Si las hay, seguro que no se dan entre los empresarios porque, en general, solemos estar muy centrados en el negocio y no tenemos tiempo ni para críticas ni para envidias. Nos faltan minutos en el reloj. Quizá lo que no se entiende en mí es que un empresario puede escribir artículos en un periódico o que tener sus relaciones con los poderes políticos. Yo pienso que el empresario es una persona que puede y debe influir en la sociedad.

Pero se le identifica como próximo al PSOE y a la Junta.

Soy un empresario. Con eso respondo. No pertenezco a ningún partido. Ahora, eso no quita que tenga mis ideas políticas, pero no ésas me va a influenciar en absoluto mi actuación como empresario. Mi única bandera es la Novasoft.