Si un profesor no puede hablar, no puede dar clase ni impartir su magisterio. Por eso es tan importantes prevenir los problemas que se derivan del mal uso de la voz. Ya no sólo haciendo entrega de aparatos inalámbricos, una especie de riñonera donde va el amplificador, con una potencia de entre cinco y siete watios y un micrófono de diadema, sino con atención logopédica, que en Andalucía es gratuita.

Maximino Serrano, delegado del Gabinete de Seguridad y Salud Laboral de la Delegación Provincial de Educación, explica que los problemas de profilaxis vocal son muy comunes entre los docentes, ya que la voz es la principal herramienta de trabajo. «Las operaciones de nódulos son muy frecuentes, ya que muchas veces hay que forzar la voz demasiado. Por eso es importante aprender a utilizarla y prevenir este tipo de problemas. Si surgen, a pesar de todo, entregamos los micrófonos inalámbricos, que permiten a los docentes dar sus explicaciones sin necesidad de alzar la voz», asegura.

Para obtener un aparato es tan fácil como hacer entrega de un certificado médico que precise que el docente necesita un micrófono. «Cuando acaba el problema, lo devuelve, aunque tenemos más de 450 unidades en circulación. Y también tenemos casos de profesores que empezaron con su micrófono hace cinco años, cuando comenzó este programa, y siguen con el mismo». Sufren afonía o faringitis crónica.