El delegado provincial de Cultura de la Junta de Andalucía, Manuel Jesús García, ha asegurado que en los dos últimos años en los que ha estado funcionando la cubierta de la Catedral, desde que en 2009 concluyera el proyecto para resolver el problema que tenía por las humedades, "ha quedado demostrado en los periodos que ha habido lluvias no se ha producido ningún filtrado de humedad" y, por lo tanto, "observamos que cumplían perfectamente con la función para las que fueron hechas".

García ha respondido así a las críticas realizadas por el arquitecto Gabriel Ruiz Cabrero, que ha sido designado como responsable de los planes directores generales de la Catedral, y que ha afirmado que los forros puestos en las cubiertas "están completamente agrietados, está entrando el agua", lamentando, asimismo, que la solución acometida y finalizada en 2009 no servía.

"Hemos pasado dos inviernos muy duros de lluvia y, desde entonces, no se ha producido ningún problema de filtraciones de agua y de humedades en la Catedral", ha insistido García en declaraciones a Europa Press.

Es más, ha precisado que el objetivo del proyecto, precisamente, "era el de dar respuesta a un problema acuciante". "Se ha hecho una inversión cuantiosa de cerca de dos millones de euros en resolver está problemática y la evidencia que tenemos es que el funcionamiento en los periodos de lluvia venía siendo óptimo", ha resaltado el delegado provincial de Cultura.

INFORME

Por otro lado, García ha explicado que si se detecta ahora cualquier incidencia en esa obra, el modo de proceder "adecuado" y "oportuno" es el de realizar un informe de estudio del estado de las cubiertas, de las anomalías y de problemas que puedan existir y, posteriormente, "se le dé traslado al arquitecto encargado del proyecto y la ejecución de las obras, para que le dé respuesta y establezca lo que haya que hacer".

"Es un tema que lo que debe hacerse son los informes pertinentes y un diagnóstico por parte de los profesionales", ha aclarado, agregando, al respecto, que espera que el Obispado haga llegar al arquitecto del proyecto "un informe con el diagnóstico, después de un estudio exhaustivo y riguroso de esas grietas y de las causas y consecuencias que puedan tener", para que sea el arquitecto de las obras quien "conteste y dé las explicaciones oportunas".

Por otro lado, ha señalado que el proyecto que se llevó a cabo, y que se culminó en 2009, "era compartido --colaboraron el Ministerio de Cultura, la Junta de Andalucía y el Obispado-- y todos estábamos de acuerdo", por lo que "consideramos que era la solución óptima y más respetuosa con el monumento, además de que resolvía definitivamente el problema de las humedades".

También ha indicado que las cubiertas hay que verlas como un conjunto, ya que debajo de la cerámica que las recubre, hay una serie de capas impermeabilizantes y unas cámaras de aires para que se evapore la humedad, "por lo que hay que ver si esas grietas que han aparecido afecta al funcionamiento o no de esa solución que se le dio a las bóvedas".

En 2009 concluyeron las obras de restauración de las cubiertas para acabar con las humedades y filtraciones que se producían en el templo catedralicio. Las obras fueron realizadas por el arquitecto, Juan José Jiménez Mata.