La construcción del vestíbulo de la estación central del metro de Málaga se ha enfrentado a dos retos peculiares que los ingenieros han resuelto con su integración en la estructura. Así, un paño del antiguo muro nazarí que defendía los arrabales de la ciudad árabe de Málaga del siglo XIII se expondrá como un elemento más del vestíbulo, permitiendo acercar la historia de Málaga a los futuros usuarios del metro. Además, el vestíbulo cuenta con una estructura adosada al techo –que se tapará cuando se apliquen los acabados– por donde circula el cauce del arroyo del Cuarto.

Cauces

La confluencia de cauces subterráneos y restos arqueológicos ha supuesto un reto para la construcción de la estación. Bajo la esquina entre la plaza de la Solidaridad y la Explanada de la Estación –junto al local de una cadena de comida rápida– se encuentra el trazado de la antigua muralla nazarí de defensa del arrabal de El Attabanin. Actualmente estos restos, que han sido preservados durante la construcción del metro, están tapados por una capa de terreno que se retirará para su posterior exposición. Es un tramo importantes, que estará junto al acceso a la estación previsto en esa zona y que permitirá ver el muro, así como restos del torreón y los portalones.

Cerca de allí hay un cajón que cruza sobre el vestíbulo, adosado al techo, por donde pasa el cauce del arroyo del Cuarto, que desagua gran parte de las lluvias que caen en la zona norte de la ciudad. Otro de los brazos del arroyo, que pasa bajo la calle Edison, tiene su encauzamiento integrado en la estructura, por donde pasará el agua sin afectar al resto del espacio.