Todas las hipótesis están abiertas. La Policía Científica seguía analizando ayer cada centímetro del depósito judicial asaltado en el puerto el pasado fin de semana mientras la Policía Judicial reunía toda la información posible para arrancar con una investigación que puede girar en torno al mayor robo de cocaína registrado en España. Los investigadores esperan que el personal de Sanidad Exterior, responsable de las instalaciones, finalice el inventario para conocer la cantidad de droga robada, si bien otras fuentes hablan de varios cientos de kilos.

Los autores del robo, auténticos profesionales, desactivaron los sistemas de seguridad, accedieron al depósito reventando una simple cerradura de bombín y abrieron su corazón acorazado con avanzadas lanzas térmicas. En teoría, el almacén está vigilado de lunes a viernes por la mañana por una empresa de seguridad privada, mientras que por las tardes y los fines de semana su seguridad dependía de la Guardia Civil. En la práctica, la policía cree posible que los ladrones introdujeran la furgoneta en la que se desplazaban en el interior del depósito para trabajar con toda tranquilidad en un área de aproximadamente 100 metros cuadrados.

La cantidad de información a estudiar por los investigadores es brutal y la toma de declaraciones se antoja maratoniana. La policía va a interrogar a todas aquellas personas que trabajaron en los accesos del puerto durante el fin de semana o en las inmediaciones del depósito.

Sólo en agentes de la Policía Portuaria que ocuparon las dos garitas que controlan la entradas de vehículos entre el mediodía del viernes y la madrugada del domingo, la de Alameda de Colón y la de San Andrés, supondría el testimonio de más de una veintena de personas, según calculan fuentes de la Autoridad Portuaria. Es la cifra resultante de los tres turnos diarios formados por dos agentes cada uno en San Andrés, cuya puerta está abierta las 24 horas al día, y la de Alameda de Colón, cuyo horario se reduce de 7. 00 a 21.00 horas de lunes a viernes y de 7.00 a 14.00 los fines de semana.

Las tomas de declaraciones se extenderán a las patrullas de la Policía Portuaria que hicieron ronda, a los guardias civiles encargados de la salida de vehículos en las misma garitas, o a los agentes de la benemérita que, a menos de 200 metros, se encargaban de vigilar las imágenes de las cámaras de seguridad de las dependencias de Sanidad Exterior, que al parecer también fueron desactivadas.

Por si acaso, los cacos destruyeron el disco duro que guarda las imágenes. La policía trata de averiguar cuándo fueron desactivadas esas cámaras y si se dio aviso de la avería. El objetivo es analizar si se ha tratado de un desafortunado error en cadena, si la seguridad del depósito era insuficiente y si los asaltantes pudieron contar con «ayuda interna» para dar el golpe. Esta teoría no es nada descabellada para fuentes cercanas al caso y de la propia Autoridad Portuaria, quienes coincidieron en que los ladrones alcanzaron su botín «con aparente y sorprendente facilidad».

Una de las primeras gestiones realizadas por los agentes consistió en saber si el sistema de alarma anulado por los asaltantes envió o no a la central la señal de dicha anulación a través del «sistema de retorno» con el que suelen contar estas alarmas. Desde la empresa en cuestión no quisieron hacer declaraciones a este periódico.

A mediodía, la Policía Portuaria seguía haciendo a los investigadores una copia de las imágenes que las cámaras de su circuito cerrado de seguridad grabaron durante todo el fin de semana, fundamentalmente las de los dos accesos de vehículos.

Según fuentes de la propia Policía Portuaria, los agentes han pedido las imágenes grabadas desde el mediodía del viernes hasta las 8.00 de la mañana del lunes, apenas una hora después de que un vigilante de seguridad diera la voz de alarma al llegar a su puesto de trabajo. Sin embargo, esas imágenes no garantizan nada, ya que las fuentes añadieron que las cámaras no son fijas y graban la entrada y salida de vehículos en función de las necesidades de los agentes portuarios. De las 24 cámaras con las que cuenta la Policía Portuaria, son cuatro las que pueden enfocar –o no– a los dos únicos puntos de entradas y salidas de vehículos al puerto. Los investigadores también estudian si una furgoneta encontrada el lunes en un polígono de la capital parcialmente calcinada está relacionada con el asalto.

El Sindicato Unificado de Policía, en representación de la Asociación Unificada de Guardias Civiles, exigió ayer conocer si las medidas de seguridad del depósito judicial eran las adecuadas y si la alarma funcionó en el momento del robo.

El secretario provincial del sindicato, Manuel Expósito, aseguró que ambas organizaciones venían denunciando desde hace un tiempo la problemática existente» en el citado depósito, que pertenece a la Subdelegación del Gobierno en Málaga. Estas denuncias venían motivadas por «una saturación» del almacén, que estaba provocando que las comisarías y los cuarteles se estuvieran convirtiendo en centros de recepción y almacenamiento de drogas.

Por último, la Fiscalía Especial Antidroga en Málaga intervendrá directamente en las diligencias que se tramiten en relación con el robo debido a «la transcendencia» del caso.