Memoria Viva de Andalucía

Manual de memoria para toda Andalucía

El trabajo de 33 profesionales y aborda cuestiones como los desaparecidos, la resistencia o los fusilamientos de San Rafael

Lucas Martín

Unas botas cubiertas de barro y de polvo, desenterradas, marchitas. Con esa fotografía de Sofía Moro se abre el libro «más difícil» de Andalucía, un volumen integrador, con ánimo de concordia, que recorre de la mano de 33 especialistas capítulos y nombres propios de la Guerra Civil y de la represión franquista; de los sucesos de Casas Viejas a la fidelidad republicana de Jaén, de la cruzada antimasónica a la Falange, o el papel de la mujer, la educación, el exilio.

El texto, coordinado y editado por el periodista Juan de Dios Mellado y titulado Memoria viva de Andalucía, entronca con la necesidad de restaurar las piezas todavía desencajadas de uno de los episodios más siniestros de la historia reciente de la región. Se trata de capítulos con protagonistas en primera persona, testimonios de familiares y visiones sobre el conflicto de 33 autores, entre ellos catedráticos universitarios, fotógrafos, escritores como Juan José Téllez, investigadores, periodistas. Un volumen con intención compiladora, que aborda la catástrofe en cada provincia y abre un trozo de pasado todavía candente, aunque sin la menor pretensión de hacer lo mismo con las heridas. «Es un libro escrito desde la concordia, sin rencor y sin odio, en el que se ha trabajado con el máximo rigor», puntualiza Mellado.

Para el periodista y editor, el libro, que fue presentado ayer, se alinea con la búsqueda de la reconciliación, pero sin dejar de atender a la misión histórica de recuperar precisamente eso, la historia, sepultada durante décadas por los intereses de la dictadura. «Quiero que, algún día y no muy tarde, se le ponga nombre a esas botas. Quiero que más pronto que tarde las frías y tétricas calaveras con un agujero en la cabeza de bala asesina, tengan nombre y apellidos», apuntó.

El volumen, que cuenta con una subvención de 28.900 euros por parte de la Junta de Andalucía, se adscribe al conjunto de iniciativas puestas en marcha con el objetivo de cumplir con los requisitos de la ley de Memoria Histórica. El consejero de Gobernación y Justicia, Francisco Menacho, que asistió a la pesentación, se refirió expresamente a algunos de los proyectos propulsados por la administración en este sentido, entre los que destaca el mapa de fosas y los monumentos conmemorativos, que ya forman parte de 180 localidades andaluzas. «Queremos identificar a las víctimas, localizar a los desaparecidos y proporcionarles una digna sepultura», precisó. El libro, del que se han editado 1.500 ejemplares, rastrea en archivos fotógrafos como el de Temboury, a los que suma el trabajo estrictamente académico y creativo. «España no merece que una parte de su historia esté escrita con sangre », indicó Mellado.

Menacho hizo una alusión especial a los trabajos de exhumación, que han servido para recuperar los restos de 2.900 personas. La mayoría fueron fusiladas en el antiguo cementerio de San Rafael de Málaga, considerado uno de los grandes cadalsos del franquismo. En esa investigación, pionera en España, tuvo especial protagonismo la Asociación contra el Silencio y el Olvido por la Memoria Histórica, además de voluntarios e investigadores como Francisco Espinosa o el arqueólogo Andrés Fernández. «A diferencia de Granada o Cádiz, el Ayuntamiento de Málaga está teniendo un comportamiento ejemplar», declaró Juan Gallo, comisario de Memoria Histórica de la Junta.

Las tareas en San Rafael están pendientes de la instauración del mausoleo y la identificación de los restos, que se antoja especialmente delicada y difícil. Los familiares piden, además, que se revoquen las sentencias franquistas.

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