Pagar una tasa adicional por tener casa en España supone una nueva traba para la compraventa. Es nueva porque se cobra desde septiembre y es una traba porque dificulta la reactivación de un mercado básico para la economía turística de la Costa del Sol. Los extranjeros tienen un motivo más para pensarlo dos veces, según sostienen algunos de los principales representantes del sector.

«El problema más gordo no es que un extranjero decida comprarse su casa en Portugal para evitar el tributo español. Lo peor es que en otras comunidades autónomas no se aplica», según señala Antonio Pedraza, vicedecano del Colegio de Economistas de Málaga y presidente de la Escuela de Negocios Esesa. «El extranjero que no quiere que lo tengan controlado se va a la costa levantina».

«En Andalucía ya resulta hasta más caro morirse que en Madrid. Las grandes fortunas se están yendo», resalta el presidente de la Federación de Urbanizadores y Turismo Residencial de Andalucía, Ricardo Arranz. «Con el panorama fiscal que tenemos se complica todo», sostiene.

Su reimplantación

El gravamen sobre los patrimonios, que incluye tanto los mobiliarios como los inmobiliarios, no es un invento del Gobierno socialista del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. Siempre estuvo vigente aunque no activo en la práctica, ya que permanecía bonificado al 100% en su cuota íntegra desde 2008.

La exministra de Economía Elena Salgado justificó su reimplantación como una «medida coyuntural» hasta 2013 ante la crisis. Su futuro, bajo las directrices del nuevo Ejecutivo del Partido Popular, queda en el aire.

«No es, desde luego, un incentivo, aunque yo tampoco creo que sea un freno», en opinión del abogado y presidente de la Federación de Asociaciones de Extranjeros de la Costa del Sol, Ricardo Bocanegra. «La persona que tiene interés en comprar una vivienda en la Costa del Sol paga lo que le pidan», asegura.

El impuesto tampoco afecta a todos los potenciales pobladores de la costa. Únicamente a aquellos cuyo patrimonio es superior a 700.000 euros. Existe una exención mínima de 300.000 euros por vivienda habitual.

«Sería deseable que el Ministerio de Hacienda estableciera algún acicate para que los extranjeros compren vivienda en las zonas costeras», añade el letrado.

La compraventa, sin embargo, parece haber «resucitado», en virtud del Instituto Nacional de Estadística reseñado por el director de Cátedra Inmobiliaria del Instituto de Práctica Empresarial, José Antonio Pérez. «Frente al estancamiento de la compraventa española, la extranjera creció un 20% en el último trimestre», dijo.

Tras años de caída, la compraventa empezó a crecer en 2010 con una subida total de un 6,8% entre compradores autóctonos y foráneos. Marbella, Torrox y Nerja son lugares favoritos. «La clave del problema de la economía está en el stock de viviendas: hay que darle salida», advirtió.