Las tutelas de menores desde que comenzó la crisis económica no han aumentado, aunque todos los indicios podían indicar su posibilidad, dada la situación sociolaboral de los progenitores. Por contra, éstas han descendido entre 2007 y 2011 en un 9,72% en Andalucía, y la cifra baja en Málaga seis puntos, ya que se pasó del 22,37% al 16,23%, según se desprende del seguimiento del programa de Tratamiento a familias con menores de la Junta de Andalucía, presentado ayer ante los profesionales.

El programa, que lleva en funcionamiento once años, presenta por primera vez una evaluación, de la que la principal conclusión, según la directora general de Infancia y Familias, Teresa Vega, es que los equipos de tratamiento familiar son el mejor recurso para la prevención y para evitar el internamiento de los menores. «Hemos visto que un 80% de los casos que se interviene es con éxito».

El estudio ha analizado la situación de los menores en riesgo social, es decir, los que tienen una situación difícil de convivencia, o indicadores de maltrato o abandono, y la reunificación familiar, aquellos niños que fueron retirados a sus padres tras constatarse estos extremos y por los que los psicólogos y trabajadores sociales luchan por que vuelvan a sus casas si se dan buenas condiciones. Teresa Vega señaló ayer a este periódico que el objetivo fundamental de las entidades locales y de la Junta es evitar la institucionalización de los menores. «El espacio más adecuado para su desarrollo es el entorno familiar, por tanto hay que potenciar la prevención», explicó.

Los equipos en la provincia, compuestos por 24 grupos con 80 profesionales, han analizado a 2.204 menores, y han determinado que, según las edades, los más mayores se encuentran en riesgo social y los más pequeños, en reunificación familiar.

Vega reconoce que en estos casos el porcentaje de éxito es más bajo que en el de riesgo social, donde muchos padres dan un giro a sus malos hábitos, llegando la cifra a cerca de un 40%. «Son casos más crónicos y complejos, los niños tienen que pasar a una adopción porque no pueden volver con sus familias», relata.

En el entorno del niño, las personas que provocan la situación de riesgo, esto es maltrato o abandono, suelen ser los dos padres, con un 46,05%, aunque de manera individual, es la madre, con un 27,78%, la que lo provoca. «Llama la atención pero es la madre la que se suele ocupar de los niños y pasar más tiempo con ellos», explica la directora.

Conflictos familiares. Con respecto a las causas de riesgo social, en un 7,72% de los casos se debió a conflictos familiares en la pareja; el 6,25%, a una situación de desempleo y el 3,9%, a adicciones. En cuanto a la reunificación familiar, las cifras son similares, aunque los conflictos familiares aumentan al 9,18%; los problemas psíquicos copan el 7% y los del comportamiento de los niños, el 5,88%. Precisamente en este punto incide la directora de Infancia.

«Empiezan a aparecer los conflictos relacionales de adolescentes en el entorno familiar, lo más novedoso es que el entorno social de la familia es medio, y que por primera vez la familia va a la administración y dice «tenga usted a mi hijo porque yo no puedo con él». El estilo disciplinario y educativo ha sido muy laso, las medidas coercitivas han sido incoherentes, las pautas educativas han sido escasísimas y lo que se suele decir en muchos términos, son los niños de la abundancia, que lo han tenido todo y son incapaces de asumir sus responsabilidades, son inmaduros, no quieren afrontar el futuro y están en constante rebeldía», alerta.

En el acto, al que también acudió la delegada de Igualdad y Bienestar Social en Málaga, Ana Navarro, los responsables constataron que hay que dotar a los trabajadores de nuevos instrumentos y que hay que tratar de atender pronto estos casos dada la problemática de la situación.