El absentismo escolar sigue siendo una importante asignatura pendiente en el sistema educativo andaluz. Sin embargo, en zonas socialmente deprimidas, con niños con necesidades educativas especiales, la tasa de abandono es dramática. Y en ningún caso es por falta de interés de los profesores que trabajan en estos centros de compensatoria. Los colegios de La Palmilla, de hecho, han llegado a denunciar ante el Defensor del Pueblo Andaluz que inste a la Fiscalía de Menores de Málaga para que imponga medidas para evitar que los niños en edad escolar dejen de ir a clase.

La Mesa de Educación del Proyecto Hogar, proceso de participación ciudadana que pretende motivar a todos los vecinos del barrio y que funciona desde el año 2006, está integrada por los directores de los colegios Doctor Gálvez Moll, Cerro Coronado, Manuel Altolaguirre, José Moreno Villa, Ciudad de Mobile, Los Angeles, Misioneras Cruzadas y Cristo Rey; el instituto Guadalmedina, así como representantes de ONG, Fundación Secretariado Gitano, educadores de Servicios Sociales y del distrito Palma-Palmilla.

En diciembre envió una carta a José Chamizo en la que le mostraban su preocupación por las elevadas tasas de absentismo y la, a su juicio, apatía mostrada por la Fiscalía de Menores.

Protocolo. El Ayuntamiento de Málaga tiene firmado un convenio de colaboración con la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, mediante el cual se activa un protocolo de actuación con los menores absentistas. El último escalón de este protocolo es la notificación, por parte de los Servicios Sociales, de los datos y hechos a la Fiscalía de Menores, para que tome las medidas oportunas. «Sin embargo, vemos cómo los tiempos de respuesta de esas denuncias por parte de la Fiscalía se prolongan cada vez más, dejando sin efectividad dicha respuesta. Bien por no existir la misma o bien porque casos derivados hace más de cinco años vuelven al tejado de los Servicios Sociales, para solicitar un plan de intervención, o bien para contestar que no ven motivo de ella, y si ya estos menores han cumplido los dieciséis, se desentienden, sin valorar los antecedentes», indican.

«La triste realidad es que los menores y sobre todo las menores, continúan sin acudir a clase y vemos como ese ejemplo es cada vez más repetido por sus compañeras a la vista de la ausencia de sanción», explica José López, director del Gálvez Moll, que señala que los casos de embarazos prematuros no deseados entre esta población que debería estar escolarizada son cada vez más numerosos. «Pierden su adolescencia y se convierten en madres de familia con apenas 13 años», indica.

En el pasado curso escolar 2010/2011, fueron 278 casos los derivados a la Fiscalía, correspondientes a 133 familias. Según la Mesa de Educación del Proyecto Hogar, «las actuaciones de la Fiscalía, al menos en la sección de Protección , se limitan a amonestar a las familias y pedirles que acudan a clase, algo que en la mayoría de los casos no realizan. Ahí queda todo, sin ningún tipo de imposición de medidas como el de Servicios a la Comunidad o arresto domiciliario a los padres», añaden.

«Pensamos que con una intervención oportuna se conseguiría algo más, erradicando la sensación de impunidad de los absentistas», resume López, que explica que el 30% de los alumnos que terminan la Primaria en algún centro de la zona ni siquiera llega a pisar el instituto, aunque todavía tiene edad de estar escolarizado de forma obligatoria, hasta los 16 años.

Cuando se envían los casos a Fiscalía es porque ya se han agotado las intervenciones en el centro educativo y en la zona de escolarización, «por lo que no creemos oportuno ralentizar y prolongar el tiempo, dado que están perdiendo el curso escolar», indica la Mesa, que confía en una reacción de la Fiscalía «con el objetivo de que la sociedad pueda visualizar una preocupación por la escolarización obligatoria de los menores», concluyen.

LAS CLAVESFALTAN A CLASEDistintos orígenes del absentismo

La falta de escolarización de los menores tiene varios orígenes. El absentismo puede ser un reflejo del padecimiento de una situación global de desasistencia. El absentismo de menores con edades normalmente comprendidas entre los 13 y 15 años, cuyo origen suele encontrarse en la negativa de los menores a asistir a los centros de enseñanza (suelen mostrar además conductas violentas) unida a la incapacidad de los padres para lograr cambiar esa dinámica comportamental, en la mayoría de las ocasiones, por culpa de su propia permisividad. También se puede producir el absentismo por razones culturales o étnicas, por deficiencias mentales o físicas o como consecuencia de la conocida como home education.

EXPULSIONESCasos encubiertos

Prolifera un tipo de absentismo encubierto en menores que provocan su expulsión del centro de manera reiterada y que pasan así la mayor parte del curso sin ir a clase.