El Gobierno no tiene intención ni de aplicar nuevas subidas de impuestos y tasas en los próximos meses ni de hacer nuevos recortes salariales a los funcionarios, según explicó ayer en Málaga el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, que cree que estas dos medidas sólo contribuirían a reducir el consumo y, por ende, a empeorar el estado de recesión económica. De hecho, el Gobierno trabaja para que en 2014 se puedan bajar los impuestos, según el ministro. Eso sí, Montoro cree «fundamental» un «adelgazamiento» de la administración a través de la eliminación de empresas públicas improductivas que «no están generando servicios y que dan lugar a todo tipo de corruptelas».

Montoro, que participó en el Forum Europa-Tribuna Andalucía, aseguró ante decenas de invitados de la esfera institucional y empresarial que los Presupuestos Generales del Estado (PGE), ahora en elaboración, no tocarán «ninguno de los elementos básicos de tributación del Estado en sus elementos esenciales». Para el ministro, cualquier subida impositiva redundaría en estos momentos en una «agudización en la caída de la actividad económica que nos sumiría en más recesión».

«No hay tal proyecto sino que seguimos trabajando en identificar otras potencialidades de ingresos tributarios como la lucha contra el fraude fiscal», apuntó. Montoro, que cree posible aflorar gran parte de lo defraudado a través de los «incentivos» relativos al IVA que se ofrecerán a las pymes y los autónomos que sí tengan regularizada su situación de ventas y emisión de facturas.

El titular de Hacienda y Administraciones Públicas aseguró además que no habrá ni más tasas ni una subida del IVA al sector turístico, algo que a su juicio, lastraría la competitividad de una industria «esencial» para España, y que funciona de hecho como una exportación de servicios.

Sector público «improductivo». Respecto al sector público, comentó que el Gobierno de Rajoy no tiene ningún proyecto para la reducción de los sueldos de los funcionarios, ya que una medida de este tipo «nos haría caer más y se desplomaría la confianza que ya sufre la sociedad española».

Montoro apostó por «revalorizar» la función pública, reclamó a los funcionarios que comprendan que sólo puede salir de la crisis económica «con más trabajo, no con menos», justificando la decisión del Gobierno de demandarles que trabajen una hora y media más a la semana. «Tener un puesto de funcionario no es tener un puesto asegurado de por vida sino que lo tengo para trabajar en un servicio público», señaló.

Todo eso no quita para que el Ejecutivo siga comprometido con la idea de adelgazar una administración que considera plagada de empresas «improductivas» y que dan cobijo a puestos «que no van relacionados con la oferta de servicios públicos, y eso es un empleo improductivo, gravoso y costoso para todos».

«Hay que adelgazar esa parte de la administración rápidamente e ir a criterios de transparencia», apuntó Montoro, que reconoció que en algunas de estas empresas públicas se da un tipo de gestión cuando menos «anómalo».

Sobre posibles privatizaciones, el ministro dijo que su filosofía no es «hacer caja» sino cambiar la estructura de la economía española, aunque aclaró que el Gobierno no tiene actualmente «empresas estratégicas en términos de actividad económica» para llevar a cabo este tipo de medidas. En este sentido, Montoro comparó la situación con los años 90, donde sí había empresas susceptibles de privatización como Telefónica, Repsol, Endesa, Iberia o Argentaria, y cuyos procesos «salieron muy bien». Además, abogó por abrir las infraestructuras a la iniciativa privada «porque dinamizará la inversión».

No obstante, y ante tan incierto panorama, el ministro quiso lanzar algún mensaje optimista, señalando que Europa «valora y admira» la actual estabilidad política española. También quiso lanzar algún piropo a Málaga que, recordó, fue la economía provincial que más creció en España junto con Almería durante los años previos a la crisis. «Málaga duplicó el número de ocupados en ese tiempo, que se dice pronto», dijo Montoro, que mostró su deseo de que Javier Arenas acceda a la presidencia de la Junta en las elecciones del día 25 para retomar el crecimiento.

«No es momento de que pervivan entidades bancarias ineficientes». Montoro también se refirió durante su intervención en el Forum Europa-Tribuna Andalucía a la reforma del sector bancario que, consideró, «debe acelerarse en España» para que el crédito vuelva a fluir a empresas y autónomos. El ministro, que no quiso referirse a operaciones de fusión en curso como la de Unicaja con Caja España-Duero, sí dijo de forma genérica que ahora «no es el momento» de que pervivan empresas financieras y bancarias «ineficientes». «Tenemos que reestructurarlas, hay que evitar las ineficiencias y promover que el crédito bancario vuelva a fluir hacia emprendedores, pymes, autónomos y grandes empresas y que estén en mejores condiciones de asumir riesgos para volver a un crecimiento económico generador de empleo», explicó.

El titular de Hacienda y Administraciones Públicas resalto además el papel que los bancos y cajas deben jugar en el plan aprobado por el Gobierno para resolver la deuda de las instituciones públicas con sus empresas proveedoras. Montoro recordó que el sector financiero español va a participar en un crédito sindicado para movilizar 35.000 millones de euros destinados a sufragar estos pagos, que en la provincia de Málaga ascienden a más de 500 millones de euros. El ministro, para tranquilizar a los empresarios acreedores, también dijo que el Gobierno no va a fijar ninguna quita obligatoria de las deudas.