La Casa Invisible, un centro social y cultural de gestión ciudadana de Málaga, celebró ayer sábado su quinto aniversario bajo el lema «5+5», en referencia a los cinco años cumplidos y a los otros tantos que estipula el convenio de cesión del edificio que ocupan actualmente y que pronto firmarán con el Ayuntamiento de la capital.

En concreto, el documento se terminó de cerrar la pasada semana y está previsto que se firme la próxima, a la espera de concretar la fecha exacta. No obstante, «sólo el hecho de haber llegado aquí es muy satisfactorio», han valorado desde el movimiento, que recuerda que «no nos daban más de una semana de vida y hemos cumplido cinco años». «Por tanto, el estar aquí ahora mismo y a las puertas de firmar un convenio de cesión gratuita con el Ayuntamiento es ya un éxito», destacó un portavoz en declaraciones a Europa Press. Así, ayer sábado la Casa Invisible estuvo abierta, desde las 18.00 horas, de forma libre y gratuita al público con diferentes actividades, entre ellas una exposición de talleres, teatro, circo, proyecciones.

El principal logro de este movimiento, «que nace de una situación de desobediencia civil y de denuncia», ha sido conseguir «un grado de legitimación frente a la ciudadanía tal y como para que las propias instituciones se den cuenta de la necesidad de un proyecto de estas características en una capital». Por tanto, el hecho de que se acepte abrir un proceso negociador ya supone "un hito" que, como han señalado, ha sido después imitado por otras ciudades españolas.

De esta forma, tras cinco años de vida la Casa Invisible ha conseguido consolidarse «sin ningún tutelaje de instituciones públicas ni privadas», convirtiendo la cultura en «uno de los ejes fundamentales de la ciudad» y dando cobijo a un tejido asociativo que ha encontrado en el edificio de la calle Nosquera «un lugar para seguir trabajando con unos valores de gestión completamente autónomos».