Las autoridades británicas pensaban que se ocultaba en la Costa del Sol, pero finalmente ha sido localizado y detenido en Ámsterdam. Anthony Downes, de 26 años de edad, fue arrestado en la capital holandesa bajo la sospecha policial de que poseía un arma de fuego y en virtud de la orden europea de detención lanzada por Reino Unido el pasado verano tras protagonizar un episodio de película.

Una emboscada al furgón policial que lo trasladaba el 18 de julio junto a su compañero de viaje Kirk Bradley desde la cárcel de Manchester a la corte de Liverpool permitió que pasaran de presos a fugitivos en pleno atasco de tráfico. Varios individuos enmascarados descendieron de sus vehículos armados con una pistola y mazas y obligaron a los guardias a abrir la puerta trasera del blindado.

La escena se produjo ante la atónita mirada de decenas de conductores que vieron cómo uno de los agentes resultaba herido. Los prófugos y sus colaboradores huyeron en un Saab negro que más tarde se encontró a un kilómetro de distancia, concretamente en Barrow Street. De Downes no se supo nada más hasta el pasado viernes 9 de marzo, cuando fue detenido en Holanda, mientras que Kirk Bradley sigue fugitivo.

Fuga durante el juicio. En el momento de la fuga, los dos delincuentes estaban siendo juzgados junto a otros imputados por su presunta implicación en un complot en el que unos desconocidos dejaron una granada en el exterior de la vivienda de un directivo del Liverpool FC. Tras ella, la Agencia del Crimen Organizado de Reino Unido apuntó a la Costa del Sol como uno de los destinos más probables de los fugitivos. Entre las razones, los investigadores británicos esgrimieron que Bradley conoce a Kevin Parle, otro fugitivo al que la policía inglesa relaciona con dos asesinatos cometidos en Liverpool y al que también sitúan en nuestro país desde hace tiempo.

Con Anthony Downes ya detenido, Bradley sigue apareciendo en la lista de los británicos más buscados de la operación Captura que abandera Crimestoppers y en la que colaboran activamente las autoridades de Reino Unido, España y otros países europeos. Lord Ashcroft, fundador y presidente de la organización, se mostró «encantado» por esta última detención y aseguró que se trata de «un ejemplo más de cómo los fugitivos son capturados con el tiempo». «Crimestoppers vive un gran momento», añadió.

El subdirector ejecutivo, Dave Cording, no pasó por alto la colaboración las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. «Con su ayuda y la de los ciudadanos, los fugitivos no tienen dónde esconderse. Deben pensar en sí mismos y entregarse», aseguró este directivo de Crimestoppers tras conocer la detención de Downes.