Los consejos de administración de los bancos de Caja España-Duero y de Unicaja se reunirán esta tarde en Madrid y Málaga, respectivamente, para ultimar el proyecto de fusión, que ha estado paralizado durante meses.

Según han informado a EFE fuentes financieras, el consejo de Caja España-Duero, presidido por Evaristo del Canto, tendrá lugar a las cinco de la tarde, en tanto que el de la entidad malagueña, que preside Braulio Medel, se celebrará a las 19,30 horas.

Las mismas fuentes aseguran que en las reuniones se estudiará el nuevo modelo de fusión, que ha sido modificado para adaptarlo al nuevo entorno creado tras la aprobación de la reforma financiera, aunque no es seguro que se apruebe definitivamente hoy.

Las dos entidades anunciaron su fusión hace casi un año, en abril de 2011, y sus órganos de control la ratificaron en septiembre pasado.

Pero desde entonces, la operación está paralizada por las reticencias de Unicaja -que se encuentra en una mejor posición financiera- a asumir parte de la carga que acarrea su socio, que cuenta con una mayor exposición al sector inmobiliario.

Además, la reciente reforma financiera que ha aprobado el Gobierno ha complicado la situación, al endurecer las provisiones por los activos inmobiliarios de las entidades, a las que exige 52.000 millones de euros.

Hace unos días, Unicaja reconoció que estaba trabajando para "adaptar" la fusión a la "nueva situación" creada tras la reforma del sistema financiero.

Con la nueva legislación aprobada por el Gobierno, Caja España-Duero debe asumir un saneamiento adicional de 1.140 millones de euros, en tanto que en Unicaja el impacto es menor, 691 millones, de los que solo tiene pendiente 109 millones.

Según fuentes del sector, Braulio Medel ha mantenido en las ultimas semanas reuniones con las autoridades económicas en las que ha reclamado distintos tipos de ayudas publicas para la fusión, entre ellas la creación de un "banco malo", que habrían sido rechazadas.

La única opción que queda abierta es la de que Unicaja y Caja España-Duero se acojan a lo establecido en la última reforma financiera, que permite a las entidades públicas solicitar una especie de préstamo público, a precios de mercado, concedido por el Fondo de Reestructuración Bancaria Ordenada (FROB).

Este préstamo se ejecutaría mediante la compra, por parte del FROB, de unos títulos de renta fija emitidos por la entidad que se pueden convertir en acciones, y denominados bonos convertibles contingentes (CoCos, en el argot financiero).