Un dato inequívoco de que las obras de reforma del edificio de la Aduana están llegando a su fin se vio ayer cuando los operarios de la empresa Sacyr procedieron a retirar la lona que durante cerca de tres años lo escondía a la vista de los paseantes. El edificio está desde ayer al descubierto quedando a la vista su nueva piel, una fachada renovada y desprovista de la suciedad y de los deterioros del paso de los años.

La fachada, aunque con los andamios que se irán retirando en los próximos días, se exhibe ya tal como quedará a partir de ahora cuando sirva de estampa ciudadana al renovado museo de Bellas Artes y al Arqueológico.

Si los plazos comprometidos por los responsables políticos se cumplen, las obras de reforma estarán finalizadas en junio, tras casi tres años de trabajo y 23,5 millones de euros invertidos.

Fondos del Prado. Será a partir de entonces cuando se elabore el proyecto museístico que dará contenido a la pinacoteca cuando ésta finalmente se abra al público. En los últimos días se está abriendo paso en la discusión política y ciudadana la posibilidad de que la Aduana se pueda convertir en una franquicia del Museo del Prado o, en todo caso, que pueda ampliar los fondos que ya tiene cedido de la pinacoteca madrileña.

El martes estuvo en la capital el ministro de Cultura, José Ignacio Wert, que por imperativo de la campaña electoral nada pudo decir públicamente sobre esta nueva alternativa. Porteriormente, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, señaló que el ministro «acogió fenomenalmente» el planteamiento del PP de que el Museo de Málaga «puede mejorarse y potenciarse» con un proyecto museográfico adecuado, dada la capacidad que este inmueble tiene «para albergar obras del Prado», matizó. De momento, ya está a la vista la recuperación de uno de los edificio más identificativos de la ciudad.