Cuando se cumple casi un año de la llegada de los medicamentos unidosis a las farmacias, el balance que realizan los expertos es de «completo fracaso». La falta de demanda ha propiciado que almacenes y farmacéuticos dispongan de este producto, mientras que los médicos se ven incapaces de recetar un tratamiento basado en un único comprimido.

Según boticarios, médicos y distribuidores, este tipo de fármacos estaban «condenados» desde su nacimiento, cuando la exministra de Sanidad anunció su implantación en la primavera de 2011. Leire Pajín aseguró en aquel momento que esta medida supondría un ahorro de más de 300 millones de euros a las arcas españolas, pero lo cierto es que nunca llegaron a tener el éxito esperado.

«Es absurdo porque, a excepción de un tipo de antifúngico que sólo se administra en una toma, ningún tratamiento consta de una sola pastilla», explica el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Málaga, Javier Tudela. «Los procesos infecciosos más habituales necesitan de al menos varios días de tratamiento y ni que decir de enfermedades crónicas tan habituales como la diabetes o la hipertensión», explica Tudela.

Actualmente, el formato unidosis sólo se ha aplicado al ibuprofeno y paracetamol, medicamentos que normalmente se suelen adquirir en dosis mayores. Sin embargo, la unidosis no «responde a una necesidad real de la sociedad», asegura Tudela, quien indica que es este formato es solamente «comprensible» en el ámbito hospitalario. Los primeros unidosis comercializados en Málaga tenían un coste entre los 0,16 y los 0,17 euros por comprimido.

El escepticismo con el que fue recibido hace meses, responde a dos estudios de impacto llevados a cabo en Galicia y Extremadura y País Vasco, donde se determinó que la comercialización de los unidosis no era lo suficientemente rentable para la administración y el proyecto piloto terminó por abandonarse. De ahí las críticas provenientes de asociaciones farmacéuticas y médicas, así como de los propios laboratorios. «Lo realmente rentable sería empezar a vender cajas más grandes, de 40 o 50 comprimidos» ya que «abarataría los costes, al igual que sucede con cualquier negocio de venta al por mayor», advierte el presidente de los farmacéuticos malagueños.

Según Tudela, los gastos farmacéuticos en España son mucho más bajos que en el resto de Europa, acumulando el 19% del total de gastos sanitarios. Con estos datos, el presidente considera que «los diferentes organismos y partidos políticos deberían ponerse de acuerdo para crear una sanidad de calidad y no usarla como si fuera un arma arrojadiza».

Otros asuntos que han generado una gran polémica últimamente, como la subasta de medicamentos por parte del Servicio Andaluz de Salud, han servido según Javier Tudela, para «reabrir el debate sobre los problemas a los que se enfrentan diariamente los farmacéuticos». Un colectivo que, según el presidente, está siendo cada vez más «vapuleado».

Por su parte, Antonio García-Ruiz, profesor de la Cátedra de Economía de la salud y uso racional del medicamento de la UMA, cree que el fracaso de los unidosis se sabía con mucha antelación y espera que este tipo de asuntos se aborden con mayor seriedad en el futuro.