Más de 20.000 personas pasan a una situación de riesgo de exclusión social cada mes en Andalucía. Esta realidad de partida que reflejan diversos informes es la que ha provocado que la Fundación Proyecto Don Bosco aumentara un 120% el número de jóvenes atendidos en situación de exclusión social en 2011 en Málaga.

Concretamente, han sido 673 los jóvenes asistidos por esta congregación salesiana a través de sus diferentes programas, comentan el director general de la fundación, Ignacio Vázquez de la Torre, y la directora territorial, Antonia Moriana, que explican que el objeto de realizar balance de la actividad desempeñada en 2011 es hacer un llamamiento a la población y a las administraciones para que ahora, cuando es más necesario que nunca, no abandonen a los más necesitados.

Vázquez de la Torre recuerda que aunque una gran parte de la población lo esté pasando mal con la crisis, la actual situación económica hace aún más perentoria la intervención con los más desfavorecidos. «La crisis hace que se invisibilice la pobreza», indica.

La Fundación Proyecto Don Bosco con un total de diez proyectos llevados a cabo en 2011, ha aumentado un 25% sus programas. Antonia Moriana indica que el notable incremento de la actividad y de los beneficiarios se debe por una parte al agravamiento de la situación de muchos jóvenes en exclusión y al aumento de los demandantes de sus programas, ya que se centran en la formación, orientación y capacitación laboral.

La intervención. Existen fundamentalmente dos áreas de atención: de inserción sociolaboral y, de intervención socioeducativa, con una financiación global de 220.900 euros.

La acción sociolaboral se centra en cinco programas. Se trata en definitiva de facilitar y proporcionar las condiciones de empleabilidad a los jóvenes en situación de exclusión. En este apartado han sido 554 los beneficiarios, de los que cien han logrado un empleo, es decir, un 18%, comentan Vázquez de la Torre y Moriana.

De las acciones en materia laboral desatacan principalmente el programa «Experiencias Profesionales para el Empleo». Y es que la fundación cuenta con 39 empresas colaboradoras para que estos jóvenes realicen sus prácticas. Los resultados están siendo más que óptimos, reseña Antonia Moriana, ya que este plan arroja un índice de inserción laboral del 30%. Escuela ocupacional y una intervención personalizada con itinerarios individualizados, son otras de las acciones de la fundación en materia de empleo.

La segunda línea de intervención es la socioeducativa, en la que desarrollan otros cinco planes de complemento a la formación reglada. «Mediación intercultural o actuaciones para facilitar la integración de la población inmigrante» son algunas de las acciones de Don Bosco en Málaga.

Pero Moriana subraya especialmente el proyecto desarrollado en la deprimida barriada de Las Cuevas, en el Palo, dirigido a menores de seis a doce años y cuyo fin es propiciar la inserción de los pequeños en los centros educativos. Para ello también se trabaja con las familias, explica, principalmente con las mujeres, abuelas, madres o tías.

Otra de las acciones destacadas es el programa de absentismo escolar. «Hemos trabajado en 13 centros de Málaga con el fin de que sea posible la vuelta de estos chavales a sus colegios», dice.

La Fundación Don Bosco interviene principalmente en tres zonas de Málaga: el Centro, Las Cuevas y Puerto de la Torre y ha atendido a 673 personas a través de los diez proyectos mencionados. En el ámbito de actuación de la fundación -que es Andalucía, Extremadura y Canarias- fueron 89 los proyectos desarrollados en 2011 y 5.612 las personas beneficiarias. Cuentan con 873 socios-colaboradores, vitales para el desempeño de esta labor, resalta Ignacio Vázquez.