Tras conocerse los últimos datos de desempleo en España, todas las miradas se volvieron ayer a Mariano Rajoy. Mientras que el PSOE y los sindicatos tildaron la reforma laboral de «absoluto fracaso», los empresarios ven necesario «seguir apostando por estas medidas» para mejorar la situación económica nacional.

El exministro Valeriano Gómez fue una de las primeras voces del PSOE en mostrar su desacuerdo con los datos de marzo. En rueda de prensa, el portavoz de Economía calificó de «preocupante» la actual situación y consideró que los datos «seguirán empeorando» en materia de destrucción de empleo. A su juicio, subrayó que la reforma emprendida por el Gobierno «no solo no está teniendo efectos positivos, sino que está empeorando las cosas».

El desempleo volvió a azotar especialmente en la región andaluza y por ello el coordinador general de Izquierda Unida en la comunidad andaluza, Diego Valderas, señaló a la política del Partido Popular como causante de la destrucción del empleo en España.

Valderas, que recordó que uno de cada tres parados españoles es andaluz, cree que «hay que cortar de raíz con esto» y crear una nueva política autonómica que impulse «la inversión en sectores y empresas enraizadas» en la geografía andaluza.

En este sentido se pronunció también a través de un comunicado, el secretario de Análisis Económico de UGT en Andalucía, Roberto Marín, quien consideró que «la reforma laboral demuestra cada día que hay menos empleo y además, de peor calidad».

Algo más duras fueron las declaraciones de la secretaria de Empleo de CCOO-A, Nuria López, quien aseguró que la reforma que se «presenta como un signo de modernidad», tiene en realidad otro objetivo, que pasa por «someter a la población a situaciones precarias, a condiciones laborales decimonónicas y donde los derechos laborales, tanto individuales como colectivos, brillan por su ausencia», aseguró la secretaria del sindicato andaluz.

Desde la Confederación de Entidades para la Economía Social de Andalucía, Cepes-A, consideraron que el mercado laboral está en «una situación límite» y exigieron al Gobierno central una apuesta más clara por la «economía social».

No todas las opiniones fueron negativas. En este sentido, desde la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (Agett) aseguraron que los datos del mes de marzo son «ligeramente» mejores que los previstos, aunque «insuficientes». Según esta empresa, los datos en cuanto a afiliación a la Seguridad Social, «rompen la tendencia de destrucción intermensual de empleo».

En cuanto a las asociaciones de empresarios españoles, aunque la CEOE-Cepyme valoró de «muy negativos» los datos de marzo, consideraron que es necesario «seguir apostando» por medidas de flexibilidad que permitan a las empresas «recurrir a vías alternativas al despido». En este sentido, destacaron que «la no aplicación de los convenios en las condiciones de trabajo y la moderación salarial son instrumentos que pueden redundar en la mejora de su competitividad y en el mantenimiento del empleo».

El PP se defendió de las críticas augurando que «habrá datos positivos en los próximos meses» y acusó al PSOE de poner «palos en las ruedas» para impedir el buen desarrollo de las medidas. Según el vicesecretario de Organización y Electoral, Carlos Floriano, los datos «son insatisfactorios» pero vaticinó que las nuevas medidas propuestas por el gobierno de Rajoy «propiciarán el crecimiento y la creación de empleo».