Nadie esperaba grandes obras. Tampoco proyectos decisivos, pero aún así los Presupuestos Generales del Estado, presentados el pasado martes por el Gobierno, han suscitado el rechazo de numerosos agentes sociales y partidos políticos de Málaga, a excepción del PP. Los recortes, ya anunciados, han sorprendido por su dureza, pero especialmente por su reparto, que, de momento, no deja muy satisfecha a la provincia.

El presidente de la Confederación de Empresarios de Málaga, Javier González de Lara, no discute la necesidad de moderar el déficit público, aunque considera que, con la propuesta de Rajoy, se ha perdido una ocasión para diferenciar entre «gasto improductivo» e «inversión generadora de empleo». En este sentido, habla de unos presupuestos «cortos» para la provincia, especialmente en lo que respecta a una empresa que considera capital, el saneamiento de las aguas. «Málaga es muy rentable, en todas las infraestructuras que se financian se recupera más del 60 por ciento por la vía fiscal», resalta.

González de Lara pondera la inclusión de partidas para la prolongación del cercanías hasta Marbella, si bien reclama otro tipo de austeridad más generosa con las necesidades económicas de Málaga.

Una de las más contundentes en expresar su oposición a los presupuestos fue la rectora de la Universidad de Málaga, Adelaida de la Calle, que en nombre de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE), de la que es presidenta, lamentó la reducción de la aportación a las universidades, algo que calificó de «francamente dramático».

De la Calle, que presentó ayer en Málaga un estudio realizado en el marco de la Cátedra de Estudios Cofrades que desarrollan la UMA y la Fundación Lágrimas y Favores, indicó que la reducción del 62 por ciento es una noticia «angustiosa» para las universidades, porque no saben «cómo van a poder actuar».

La rectora aseguró que el conjunto de actividades programadas por la Universidad «se va a ver muy disminuido como consecuencia de la alta restricción económica por la que va a pasar durante el presupuesto de este año».

El presidente de la Fundación Lágrimas y Favores, el actor malagueño Antonio Banderas, señaló también que esa reducción es «muy fuerte». «Nosotros (los mecenas) ponemos nuestro granito de arena, pero no es suficiente para rellenar los huecos», puntualizó.

Más moderada es la crítica del presidente de la Asociación de Constructores y Promotores (ACP) de Málaga, José Prado, que valora que se hayan incorporado partidas presupuestarias para finalizar proyectos que, en su opinión, deberían haberse perfilado durante 2010 y 2011. Entre ellos, cita el soterramiento de la travesía de San Pedro o el acceso Sur del aeropuerto. También aplaude la apuesta por nuevas iniciativas como la extensión del Cercanías, aunque critica que no se haya abordado «de manera preferente» el saneamiento integral. «Hay que ser coherente con la situación. En lo positivo está que se hayan decidido a acabar algunas obras importantes y en lo negativo que son muchas menos construcciones de las que nos gustaría», resaltó.

El PSOE, por su parte, ahondó en las críticas señaladas durante las horas posteriores a la aprobación de los presupuestos. El diputado Miguel Ángel Heredia criticó que, «por primera vez en la historia, Málaga está por debajo de la media española en inversión por habitante», concretamente en un 14 por ciento.

«Málaga retrocede en el tiempo», aseguró, «lo que significa que vamos a recibir menos de la mitad que el año pasado», pasando de ocupar el tercer lugar en inversión al noveno, por detrás de provincias como Murcia o Pontevedra. A su juicio, son «los peores presupuestos de la historia».

Los presupuestos, según el diputado de IU, Alberto Garzón, «destruirán empleo y crearán más crisis y recesión». En su opinión, el proyecto de Rajoy reduce en un 50 por ciento las inversiones productivas y sólo deja inversiones que destruyen empleo, como es el caso del anillo ferroviario de Antequera, al que reprocha «su falta de sentido social y ambiental».

Garzón también se refirió, entre otros, a la falta de fondos para realizar el auditorio, «que prácticamente renuncian a él», y al antiguo Campamento Benítez, «que el Gobierno pretende entregar al Ayuntamiento de la capital y obviar su participación financiera».

Una visión muy distinta a la de Elías Bendodo, presidente de la Diputación y máximo responsable del PP en Málaga, quien insiste en que los presupuestos incluyen «nuevos e importantes» proyectos para la provincia, «después de haber sufrido el inmovilismo impuesto por el PSOE, incapaz de impulsar ninguna iniciativa novedosa». «El Gobierno central presenta unas cuentas que, pese al necesario ajuste por la situación económica heredada del PSOE, hace una apuesta real por inversiones necesarias para la provincia y que a buen seguro reactivarán nuestra economía», arguyó.

Bendodo recordó que desde 2004 a 2011 el PSOE se limitó a continuar con los proyectos que previamente el PP había diseñado, sin aportar nada nuevo y defendió las apuestas de Rajoy.