En sólo dos años ha aumentado en España el presentismo en cuarenta puntos porcentuales, lo que supone pasar del 45% registrado en 2010 al 85% actual. Si se analizan los factores, la actual situación económica se convierte en el principal motivo esgrimido.

De hecho, seis de cada diez trabajadores admiten que se quedan más tiempo en su puesto de trabajo sólo por el miedo a perder el empleo, mientras que un 24% de los encuestados asegura que la falta de personal en su empresa es la principal causa. En ambos casos la crisis ha incidido en el aumento del presentismo en España.

En el lado contrario de la balanza, sólo un 15% de los trabajadores encuestados por Randstad asegura que no trabaja más horas de las previstas. Esta cifra supone un descenso de cuarenta puntos porcentuales respecto al sondeo elaborado en 2010.

Pero, en cualquier caso, lo que no ha cambiado es el perfil del profesional abocado a esta situación. Se trata de un varón, menor de 25 años y con estudios básicos. El motivo es claro. Es el estrato sociológico que más está sufriendo el desempleo, con cifras de paro juvenil que llegan al 46,4%, y son por lo tanto los trabajadores que más miedo tienen a la hora de perder su empleo.

Productividad. En cualquier caso, el análisis realizado por Randstad refleja que el aumento de la jornada laboral no tiene nada que ver con la productividad, sino con el deseo por parte del trabajador de asegurar su puesto de trabajo en esta época de incertidumbre. Asimismo, lo que sí es evidente es que con la crisis el absentismo laboral ha descendido. Si se analizan los datos de la Seguridad Social se observa cómo en 2010 hubo 24 bajas por cada 1.000 trabajadores, frente a las 29,9 de 2007. La Encuesta de Coyuntura Laboral de 2011 también va en esta línea.

Durante el segundo trimestre del año pasado se contabilizaron de media por profesional 0,2 horas de absentismo no justificado, frente a las 0,5 de 2007. En este sentido, también es importante comparar el horario español con el de los principales países de su entorno.

Mientras que en países como Alemania, Francia o Bélgica, entre otros, el horario laboral concluye entre las 17.00 y las 18.00 horas, en España la jornada termina a las 19.00 horas.

Otro punto es el relativo al tiempo destinado a comer. Si en Europa suele ser de media hora, en nuestro país se amplía hasta los noventa minutos o las dos horas inclusive.