­La crisis económica ha azotado duramente la provincia de Málaga, que arrastra ya una tasa de paro de alrededor del 30% y que si primero se cebó con el sector de la construcción posteriormente fue afectando al resto de sectores. A pesar de la difícil coyuntura económica que atraviesa el país, Málaga sigue siendo una tierra de oportunidades como así lo demuestra este estudio de la Agett, donde la provincia destaca por mantener un saldo positivo de atracción de trabajadores frente a otras con datos más que nefastos.

Los expertos y conocedores de la realidad económica de Málaga reflexionan sobre las bondades y fortalezas de la provincia en este sentido. El clima es sin duda un factor más que determinante e influyente. De hecho hay encuestas de grandes empresas en las que los trabajadores sitúan a Málaga como preferente.

El clima, el entorno y la forma de ser y de vivir de la ciudad y sus habitantes y las oportunidades laborales. Éstas son las principales fortalezas de la provincia, coinciden en enumerar.

El gerente del Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), Felipe Romera, dice por su parte que «en el parque, aunque la mayoría de personas que trabajan son malagueñas, alrededor de mil empleados o más vienen de fuera». El turismo, el parque, las nuevas tecnologías, en general, y las empresas de base tecnológica, en particular, son los sectores fuertes del territorio malagueño. «Desde siempre Málaga ha sido un lugar de atracción en general por el clima, aunque sea un activo que los que vivimos aquí veamos ya como natural, pero no es habitual», reseña. Romera comenta que en la provincia además aunque se percibe un sueldo menor que en otras ciudades como Barcelona o Madrid «se vive mejor con menos».

Javier Noriega, presidente de la AJE, recuerda como ya en el siglo XIX muchas familias extranjeras venían y se quedaban en Málaga. Coincidente es la opinión del presidente de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), Javier González de Lara, que resalta que pese a la crisis, la difícil situación económica y la tasa de desempleo, la provincia sigue siendo aún tierra de oportunidades frente a otras.

«Dentro de la situación hostil parece que en Málaga es un poco menos. Tenemos un sector servicios que está resistiendo y también destacan la sociedad del conocimiento y las nuevas tecnologías. Las empresas de base tecnológica son cada vez más emergentes», declara.

Influyen el clima, las condiciones de vida y las posibilidades de encontrar un empleo. Se trata de un cúmulo de elementos entremezclados que hacen atractivo el destino desde el punto de vista laboral. Y es que como dice el dicho: quien tuvo, retuvo.