Un anciano acusado de matar a su mujer, que estaba enferma de parkinson, ha sido condenado por la Audiencia de Málaga a 12 años de prisión, aunque acordó la suspensión de la pena para que permanezca en la residencia en la que está ingresado bajo control de los Servicios Sociales Penitenciarios.

El procesado, de 84 años, fue considerado culpable de un delito de asesinato, con la agravante de parentesco y la atenuante de estado de salud, ya que padece un cuadro grave ansioso depresivo limitador de su capacidad volitiva, según la sentencia.

En el fallo se advierte de que se suspende la pena con la prevención de que será ejecutada si el acusado vuelve a delinquir, y se ordena la destrucción del cuchillo utilizado para el crimen.

Los hechos tuvieron lugar el 6 de octubre de 2010 en una vivienda de Málaga cuando el procesado, S. M. C., que convivía con su mujer desde hacía más de 60 años, encargó a la asistenta que fuera a la farmacia y al mercado con la finalidad de quedarse solos.

El anciano cogió un cuchillo de once centímetros de hoja con el que se dirigió al dormitorio donde estaba su mujer, postrada en la cama y sin posibilidad de moverse, y le manifestó que habían sido muy felices y que había decidido acabar con la vida de ambos.