El presidente de Unicaja, Braulio Medel, aseguró ayer que el «grifo» de la financiación está abierto y puso en duda que éste sea el principal problema de los empresarios. El reto, a su juicio, «no está ni puede estarlo en que se siga sosteniendo una financiación similar a la de años pasados», pero «sí a que haya una financiación que permita a las empresas seguir atendiendo sus actividades principales». Medel aseguró que la demanda en todo caso es «menor a la que había antes», con casos extremos como el de la promoción inmobiliaria, que hace cuatro años era «cuantosísima» y ahora está prácticamente desaparecida.

El presidente de Unicaja mandó, no obstante, un mensaje de confianza y apuntó que una empresa que ha sobrevivido a la crisis con parámetros sólidos es «muy difícil que no sea merecedora de financiación». «Las entidades financieras no sólo es que tengan la obligación, es que vivimos de dar crédito», dijo. Eso sí, apuntó que se conceden los créditos que las entidades creen que pueden devolverse, ya que lo contrario sería «arrojarnos piedras contra nuestro propio tejado». Medel recordó también que Unicaja es «la primera entidad y la primera empresa de Málaga» y que mantiene su compromiso con la provincia. «Eso forma parte de nuestro ADN», dijo.

Por su parte, el presidente de la CEM, Javier González de Lara, celebró el convenio firmado con Unicaja, que servirá para ofrecer la «necesaria financiación al tejido productivo», una de las peticiones «ancestrales» de los empresarios. Recordó que las necesidades más imperiosas pasan por al acceso al circulante y rompió una lanza a favor de la solvencia de las empresas tras cinco años de crisis.