La persistencia de la crisis económica está forzando a muchos inmigrantes afincados en la provincia a volver a sus países de origen, tal y como se aprecia en el estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre las migraciones en 2010 y 2011.

En apenas un año, la marcha de personas censadas en Málaga casi se ha duplicado, pasando de las 7.927 registradas en 2010 a las 15.365 que partieron a lo largo de 2011. Curiosamente, la mayor parte de estos emigrantes no han nacido en España, lo que se explica por un marcado efecto retorno en este fenómeno de incremento de la emigración al extranjero.

Así, de los 15.365 habitantes que se marcharon de Málaga durante el año pasado, sólo 1.950 (el 12,6%) había nacido en España. El resto son oriundos de otros países y en su mayor parte han vuelto a ellos. Sudamérica, África, los países de la UE y otros países europeos son las principales zonas receptoras de estos emigrantes, mientras que el traslado a otras provincias españolas es muy escaso, con el traslado de unos 2.414 censados.

Llama la atención el perfil de estos emigrantes, ya que en su mayor parte se encuentran en edad laboral, oscilando entre los 27 y los 36 años. Esto viene a demostrar que la marcha tiene su fundamento en razones económicas y de empleo, ya que los altos índices de desempleo obligan a muchos inmigrantes a regresar a sus países de origen.

En el caso de los 5.249 emigrante a Sudamérica, la edad predominante es entre los 22 y los 40 años, incluyendo a un número importante de menores. Esto se atribuye a la marcha de familias enteras de la provincia malagueña a otros países. Algo parecido pasa con los que han optado por África como destino, pesando una franja de edad más concreta y en condiciones de iniciar su vida laboral o de consolidarla, con una preeminencia de emigrantes de entre 26 y 34 años.

Destino Málaga. La marcha de habitantes, sin embargo, no deja un saldo negativo en Málaga. Al contrario, ha ganado población por la entrada de nuevos inmigrantes, tanto de origen nacional como del extranjero. Los datos del INE señalan además una evolución a la baja en 2011, pero que se mantiene entre las primeras de España.

La provincia de Málaga marcó el máximo saldo positivo a nivel nacional en 2010, cuando ganó 11.154 habitantes más al recibir más habitantes que los que perdió, al llegar 19.081 inmigrantes frente a los 7.927 que se marcharon a otros países o provincias. Esta cifra situó a Málaga como la provincia de España que ganó más población por los flujos migratorios, por encima incluso de provincias como Barcelona.

La tendencia en 2011 se suavizó, pero por el incremento de la salida de habitantes, ya que la entrada de personas de otros destinos se mantuvo muy similar, con 19.335 habitantes nuevos. En cambio, al duplicarse la cifra de emigrantes, el saldo positivo se redujo a 3.970 habitantes, siguiendo con la tendencia nacional de incremento de la emigración. Pese a esa caída, Málaga se mantuvo en cuarta posición de España, por detrás de Alicante, Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife.

El componente de la población inmigrante es muy curioso. Casi la mitad de los nuevos habitantes censados en la provincia (8.445) proceden de otros países de la Unión Europea, con una edad superior a los 55 años en su mayor parte. Esta inmigración no aporta fuerza laboral, sino que suelen ser jubilados que se trasladan a Málaga para establecer su lugar de retiro.

Sudamericanos, africanos y asiáticos constituyen los otros tres grandes grupos de inmigrantes a Málaga, aunque en una cantidad menor. Así, en 2011 se recibieron 2.945 nuevos habitantes en Málaga procedentes de Sudamérica, con una edad prevalente de entre 18 y 33 años. Los procedentes de África representaron 2.873 nuevos vecinos en la provincia, aunque el grupo de edad donde se encuentra el grupo principal es levemente mayor, con edades de entre 22 y 34 años. En el caso de los asiáticos, fueron 1.112 inmigrantes. Además, habría que señalar que 1.206 nuevos censados en la provincia llegaron de otras partes de España.

LAS CLAVESEdad y nacimientoCrece la marcha de trabajadores nacidos en otros países

La salida de población de la provincia con destino a otros países tiene un fuerte componente de regreso al origen, ya que la mayor parte de ellos nacieron en el extranjero. Además, supone una pérdida de fuerza laboral, ya que la mayor parte tienen entre 27 y 36 años, arrastrando además a sus familias y lo que explica la pérdida de población menor de edad.

InmigraciónMálaga sigue atrayendo a los jubilados europeos

Casi la mitad de los nuevos vecinos censados en la provincia durante el año pasado llegaron de otros países de la Unión Europea. Además, la edad más común era superior a los 55 años. En gran parte se debe a que la provincia sigue recibiendo un importante flujo de jubilados europeos que buscan establecer en la provincia su retiro. Contrasta con la mayor juventud de los inmigrantes sudamericanos y africanos.