La educación en España puede retroceder cuarenta años en uno sólo. El sector se muestra muy crítico y deja en evidencia el rechazo frontal a las medidas de ajuste propuestas por el Ministerio de Educación para ahorrarse otros 3.000 millones adicionales, que se sumarían a la rebaja de 3.400 millones de euros ya aprobada en los presupuestos. Sindicatos y padres anuncian una «primavera caliente» en toda España, con continuas movilizaciones y protestas. En Andalucía, estos planteamientos comprometen planes ya consolidados y que han sido decisivos para reducir las elevadas tasas de fracaso escolar, como los programas de refuerzo educativo y las clases de apoyo por las tardes. También acabará con los planes Escuela TIC 2.0 o con los de lectura y biblioteca.

Aunque el Ministerio asegura que se trata de propuestas flexibles, en Andalucía los críticos aseguran que no hay margen de maniobra y que, en realidad, son medidas innegociables. Por ejemplo, el aumento del número de alumnos por cada aula. «Estamos asistiendo a un hachazo a la calidad de la enseñanza y a la equidad», indicó ayer Pilar Triguero, asesora de la FDAPA.

Además del aumento de ratio, en unos centros escolares con aulas adaptadas a la limitación que marca la LOE y que habrá que ver cómo pueden acoger a 30 alumnos en Primaria y a 36 en Secundaria, los padres lamentan que después de años trabajando para que las bajas del profesorado pudieran cubrirse en menos de 48 horas, «ahora nuestros hijos perderán dos semanas de clase como mínimo, y eso irremediablemente cambiará el rendimiento», analiza Triguero.

Esta novedad incidirá también en el empleo. La Junta calcula que unos 2.200 profesores interinos podrían perder su empleo en la provincia de Málaga. Además, sospechan que no podrán contratar suplentes de los profesores que se jubilen.

Ramoni Ruiz, presidenta provincial del Sector de Enseñanza de CSIF, considera que estos recortes son «muy negativos». «Suponen un retroceso grandísimo», insiste. «Creemos que hay que ahorrar, pero no precisamente en educación que es un pilar básico de la sociedad. Cómo se puede actuar así si cuando el PP estaba en la oposición no paraban de defender la calidad de la enseñanza», se pregunta.

CSIF asegura que las contrataciones se van a quedar en su mínima expresión y que el aumento de la carga lectiva además supone dedicar más tiempo a preparar las clases, a cuadrar horarios y a atender más alumnos, lo que también perjudica a la calidad de la enseñanza. Con respecto a la cobertura de bajas, Ruiz desconfía y augura que es probable que los profesores se vean obligados a incorporarse a sus puestos de trabajo antes de estar completamente reestablecidos de sus dolencias y aunque sus médicos de cabecera o especialistas no lo crean conveniente. «Y si a los dos días se vuelven a dar de baja, porque es verdad que no pueden hacer ese esfuerzo tan grande, tendrán que pasar otros diez días para poder contratar a un sustituto y los alumnos acostumbrarse a otro nuevo profesor», añade.

CCOO denuncia estos «recortes salvajes» y considera que los principales afectados serán los docentes interinos. José Fernández, secretario del sindicato de Enseñanza de CCOO en Málaga, critica que el Ministerio de Wert «se está cargando la educación pública». El aumento del horario lectivo y de la ratio se suma a la disminución de las retribuciones, lo que a juicio de Fernández, «nos va a llevar a un empeoramiento de la calidad del sistema educativo».

Por su parte, José López, del CEIP Doctor Gálvez, como director de un centro de compensatoria, está convencido de que estas medidas «van a afectar mayoritariamente a los más débiles, a los que menos tienen». López confía en que la letra pequeña de estas medidas respeten a estos centros y los excluyan de las reformas encaminadas al ahorro. «Aumentar la ratio en estos centros puede ser muy difícil».

A pesar de estar en una zona de especial dificultad, los profesores están muy comprometidos con su trabajo. Según José López, «tenemos menos absentismo». «Los profesores están muy concienciados y saben que si faltan, nadie va a hacer su trabajo», indica. Tampoco le preocupa el aumento del horario lectivo, «ya que siempre hemos dado 25 horas de clase», señala. Esta medida podrá afectar más a los profesores de Secundaria, a su juicio.

Los recortes también afectan a la obligatoriedad de los centros de ofertar las distintas modalidades de Bachillerato. «No va a haber plazas para todos», lamenta Triguero. Esto afectará a la vocación de muchos estudiantes, que puede que no puedan estudiar en el instituto de su barrio la modalidad que quieren.

Matículas más caras y muchas menos becas. Los recortes en educación no terminan aquí. El ministro, José Ignacio Wert, mantendrá mañana una reunión con los responsables de la Conferencia de Rectores de Universidad (CRUE), que preside Adelaida de la Calle, para informarles de las propuestas del Ministerio para ahorrar en la Universidad.

Según explicó la asesora de la FDAPA, Pilar Triguero, todo hace indicar que las matrículas serán «mucho» más caras y que el Gobierno reducirá drásticamente la cuantía para la concesión de becas de estudio. «Esto va a repercutir en muchas familias», señaló Triguero. El Gobierno ha aplicado una reducción de un 62% en la cuantía que las universidades reciben de los Presupuestos del Estado. Según CCOO, esto «degradará la calidad de nuestras enseñanzas superiores», anunció.

La CRUE recordó ayer a Wert, en un comunicado previo a la reunión del jueves, que los resultados académicos en las enseñanzas universitarias son «proporcionalmente muy superiores» al esfuerzo público realizado.