­A pesar de la crisis, que tanto ha debilitado el sector productivo malagueño, la provincia se sigue manteniendo en los primeros puestos en atracción de nuevos habitantes. Así lo pone de manifiesto el avance del padrón municipal a 1 de enero de 2012, publicado ayer por el INE, que refleja que Málaga es la provincia andaluza que más ha crecido en nuevos residentes y una de las cuatro que tiene cifras positivas en la región. Con respecto al pasado año, la provincia gana 13.300 habitantes y se sitúa ya en 1.639.127 empadronados, lo que significa que supera en residentes a comunidades como Aragón o Baleares y la mantiene como la sexta en el ranking nacional.

Gran parte de ese crecimiento se debe al empuje de los extranjeros, que subieron en 7.626 personas y suponen ya casi el 18% de la población total de la provincia. Los residentes de otras nacionalidades han aumentado un 179% en la última década en Málaga y suman 291.124, la mayoría procedente del continente europeo y especialmente de Reino Unido, Alemania, Rumanía e Italia. De América son más de 44.000 de los extranjeros empadronados en la provincia y Marruecos es el segundo país, tras Reino Unido, con más habitantes registrados en Málaga.

La edad media de los empadronados se sitúa en 41,65 años, siendo más alta entre los españoles (42,6), que entre los foráneos (34,7). De estos últimos, los más jóvenes proceden de África y América y los de mayor edad, de Europa, dado que entre ellos es más habitual que sean residentes jubilados.

Aunque Málaga permanece como líder en atracción de habitantes, lo cierto es que la media de aumento poblacional ha ido cayendo a medida que ha empeorado la crisis. Así, Málaga ganó más de 45.000 empadronados en 2008, cifra que ha ido bajando año tras año. En diez años, la provincia ha subido en casi 310.000 habitantes. En Andalucía, el crecimiento ha sido de 13.579 personas, gracias a la llegada de extranjeros, que se llevaron la mayor parte, ya que los españoles sólo aumentaron en 113.

Un 0,7% menos de extranjeros en España. Un total de 85.941 inmigrantes salieron del padrón el año pasado, cuando la población extranjera se redujo un 0,7% pese a que se produjeron 45.494 altas de personas procedentes de países europeos. En concreto, el número de residentes en España al iniciarse el año era de 47.212.990 habitantes, lo que supone un aumento de 22.497 respecto a las mismas fechas de un año antes. De ellos, 5.711.040 son extranjeros, el 12,1% del total de inscritos.

Durante el año 2011, el número de españoles empadronados aumentó en 62.944 personas (un 0,2%), mientras que el de extranjeros descendió en 40.447 (un 0,7% menos). De ellos, los oriundos de países de la Unión Europea se incrementaron en 45.494 (hasta 2,4 millones de personas), mientras que los nacidos fuera de la UE se redujeron en 85.941 personas.