Suzanne Dodd, una británica de 43 años que paseaba el pasado sábado con sus dos perras por una ruta de senderismo de Benalmádena, se llevó uno de los sustos de su vida. Según denunció horas después ante la Policía Nacional, sufrió el ataque de un águila que intentó llevarse a una de sus perritas. La mujer aseguró que la rapaz arrastró a su mascota hacia una cantera cercana, aunque finalmente logró liberar a la presa a costa de recibir un buen picotazo del águila en la mano.

Los hechos sucedieron sobre las 15.15 horas por el paraje del Monte Calamorro, cuando la mujer disfrutaba de una ruta de senderismo. Según aseguró Dodd a la agencia Efe, el repentino ataque del águila, que al parecer llevaba una correa y cascabeles propios de la cetrería, le obligó a abandonar el lugar a toda prisa. «No parecía temer a las personas», dijo. Su testimonio añade que el águila se colocó sobre una de sus perras, de la raza Jack Russell Terrier, y comenzó a arrastrarla de la cabeza con la intención de llevársela hacia una cantera. Sin embargo, Suzanne se armó de valor y evitó que lo hiciera como pudo.

La mujer narró que cogió al ave de un ala y le dio una patada para que se alejase. «No vas a volar con mi perro», asegura que se decía a sí misma en aquel momento. Tras el ataque, Dodd explicó que ató a sus perras para marcharse rápidamente del lugar, pero asegura que, mientras corría montaña abajo, el ave volvió para acosarle una veintena de veces, a lo que ella respondió con gritos hasta que consiguió que el ave desistiera. El ataque se saldó con una pequeña herida en el hocico de la perra y con una vacuna antitetánica para la dueña, que fue atendida de una herida leve en su mano izquierda en un centro hospitalario.

Tras el ataque, la mujer se dirigió al área de recreo existente en la cumbre del monte Calamorro, donde aseguró que una de las aves que forman parte del espectáculo de cetrería le había atacado. Fuentes de este centro descartaron ayer a este periódico esa posibilidad, ya que el espectáculo se celebra de 13.00 a 13.45 horas como máximo y dijeron que tras el mismo los animales quedan debidamente custodiados.