El empresario Tomás Olivo, que fue arrestado en 2006 en la 'Operación Malaya' contra la corrupción en Marbella, ha sido condenado a cinco años de prisión por tres delitos de maltrato en el ámbito familiar, uno de ellos de forma habitual, y dos delitos de descubrimiento y revelación de secretos.

Ha sido condenado además, según una sentencia a la que ha tenido acceso Efe, a la privación del derecho a la tenencia y porte de armas y a la prohibición de comunicarse y aproximarse a su expareja durante diversos periodos de tiempo por los tres delitos de maltrato en el ámbito familiar.

Por el encubrimiento y revelación de secretos, la sentencia, dictada por el Juzgado de lo Penal Número 13 de Málaga, obliga al empresario al pago de 14.600 euros de multa.

Por otra parte, Olivo deberá abonar a su exasistenta doméstica la cantidad de 4.500 euros en concepto de responsabilidad civil y pagar las cinco séptimas partes de las costas causadas por el proceso, incluidas las de la acusación particular.

Tomás Olivo comenzó la relación sentimental con su expareja en 2002 y ejerció conductas de humillación, agresión y control durante la convivencia y con posterioridad.

En 2003 ordenó la instalación de aparatos de captación de sonido y de imagen en su casa que le permitieron, según la sentencia, "tomar conocimiento de conversaciones telefónicas y detalles íntimos de la vida privada" de su expareja y su exasistenta.

Por otro lado, en 2005 agredió físicamente en dos ocasiones a su expareja en la calle con la presencia de la hija menor de edad de ambos.